A los profesores de escuelas católicas se les exige que firmen un contrato de 'valores' anti-gay
Si quieres ser profesor en CANADÁ tienes que firmar un contrato ANTIGAY.
El distrito escolar católico de Calgary, en Canadá, ha sido objeto de críticas por haber pedido a sus profesores que firmen documentos que sugieren que las relaciones homosexuales constituyen una violación de sus contratos de trabajo. Una maestra ha presentado su caso ante la Comisión de Derechos Humanos de Alberta, informa el Calgary Herald.
Kristopher Wells, profesor asociado de la Facultad de Salud y Estudios Comunitarios de la Universidad MacEwan, dijo: "¿Cómo se puede permitir que estos contratos -estas cláusulas de catolicismo- se mantengan cuando son claramente discriminatorios?"
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"Es difícil creer que en 2018, cuando el matrimonio entre personas del mismo sexo es legal en este país, cualquiera pueda perder su trabajo por eso."
Nocivo para profesores y alumnos
Wells agregó que los contratos crean un ambiente perjudicial tanto para los maestros como para los estudiantes. "Este no es un sistema que está apoyado directamente por la iglesia. Es un sistema de educación pública apoyado por los contribuyentes", dijo Wells. "Pero hay una mentalidad de 'no preguntes, no digas' que crea sentimientos de estrés, desesperación, donde hay que permanecer en silencio para mantener el empleo.
El Distrito Escolar Católico de Calgary requiere que los maestros firmen una cláusula de catolicidad (Pexels)
"Eso no sólo impacta a los maestros, sino que niega a los jóvenes LGBTQ los modelos importantes que necesitan."
Se requiere que los maestros firmen un contrato que establezca que deben vivir un "estilo de vida y conducta en armonía con la enseñanza y los principios católicos".
Los profesores trataron caso por caso
Richard Svoboda, de recursos humanos de CCSD, le dijo al Calgary Herald que "cualquiera que no esté viviendo un estilo de vida alineado con la iglesia, esa parte del contrato los impactaría. Las relaciones que serían aceptables son las reconocidas por la Iglesia Católica, que deben ser reconocidas por un sacerdote católico."
Éstas no incluirían una relación del mismo sexo. Los profesores son tratados caso por caso y se les anima a reunirse con un sacerdote católico. Dijo Svoboda: "No me corresponde a mí determinar si están bien o mal a los ojos de la Iglesia Católica. Les proporcionamos vías de reconciliación."
Una ex directora de una escuela católica de Calgary, Barb Hamilton, ha llevado su caso a la Comisión de Derechos Humanos de Alberta, alegando que fue obligada a dejar su trabajo debido a su sexualidad.
