Ajonjolí, granada, chía, girasol y cannabis: cinco de las semillas más nutritivas
En las semillas yacen todos los elementos necesarios para generar vida. Aunque necesitan las condiciones de sol, sustrato y lluvia ideales para germinar, las semillas contienen concentran la base del material genético de las plantas junto con números aminoácidos, vitaminas y minerales.
Dentro de esta lista hay semillas como el ajonjolí, que es un ingrediente recurrente de muchas recetas. Pero también hay semillas que están de moda como la chía o el cannabis, las cuales están ganando notoriedad desde el mundo del fitness y la comunidad científica.
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Semilla de cannabis
Con el tiempo, el cannabis ha ido ganando más aceptación en la sociedad. Primero fue como sustancia recreacional, luego gracias a sus propiedades medicinales y más recientemente debido a sus cualidades nutricionales. Hay más de 500 variedades de cannabis, pero todas tienen en común que cuando son semillas no hay rastros de los cannabinoides CBD y THC. Ni siquiera las semillas autoflorecientes que son altamente concentradas tienen estos elementos.
Lo que significa que las semillas no pueden tratar enfermedades psicológicas y neurológicas, ni tampoco “colocar” a nadie.
Sin embargo, estas semillas se componen entre un 30% y 40% de Omega 3, 6 y 9; estos son ácidos grasos beneficiosos para el corazón y también para el cerebro.
Semilla de ajonjolí
Algunos le conocen como ajonjolí, mientras que otros le llaman sésamo. Tradicionalmente se le asocia con el pan de hamburguesas, salsas de la gastronomía árabe y como un ingrediente de la variante occidental de la comida china. Aunque en años más recientes se ha experimentado con éxito en la elaboración de helados y malteadas con esta semilla como sabor base.
Es una semilla con alta concentración de las vitaminas B y E. Además, tiene un alto contenido de calcio y de hierro. Añadirla a la dieta puede ser tan fácil como agregarlo a las salsas, reducciones o glaseados.
Semillas de girasol
Muchos lo asocian con comida para pájaros, pero las semillas o pipas de girasol también son aptas para el consumo humano y de hecho tienen grandes beneficios.
No muchas personas lo saben, pero las semillas de girasol son una fuente natural de ácido fólico, por lo que es común que algunos doctores las recomienden como un snack para mujeres embarazadas. Además, son el segundo alimento más rico en Omega 6. Con las condiciones de crecimiento adecuadas, la composición de una semilla podría ser hasta 70% ácidos grasos.
Se consumen como vienen o tostadas, ya sea con sal o sin sal. Sin embargo, agregar sal aumenta las probabilidades de que los nutrientes no se logran absorber adecuadamente.
Semillas de chía
La gran comunidad mundial del fitness y el wellness encuentra en la chía a uno de sus ingredientes favoritos. Son ideales para agregar al yogurt, ensaladas (de frutas o vegetales), cereales e incluso a casi cualquier tipo de masa.
No solamente es popular por ser rica en minerales como hierro, zinc, calcio y magnesio, sino que además contiene gran concentración de antioxidantes y de ácidos grasos de Omega 3. Los expertos sostienen que una dosis de chía al día (alrededor de 25 mg) podría ayudar a controlar el colesterol en tiempo récord.
En España la producción de chía se ha disparado, así que se consigue casi en cualquier lugar.
Semillas de granada
La granada es una fruta muy especial en España, no por nada hace parte de nuestro escudo. Esta fruta que mezcla perfectamente lo dulce con lo amargo es una de las preferidas de los niños y también de quienes están en búsqueda de un afrodisiaco de fácil acceso.
Sin embargo, poco saben que las semillas de granada (que vienen en forma de arilo) son ricas en fibra y un puñado de ellas puede aportar hasta el 40% de la dosis diaria recomendada de vitamina C. Además de esto se le considera anti-ulcerogénica y antioxidante.