Amnistía avisa a Reino Unido sobre la alarmante transfobia en el país
El grupo internacional de derechos humanos Amnistía Internacional ha expresado su "grave preocupación" por las actitudes hostiles hacia los derechos humanos en el Reino Unido, incluida la incapacidad del gobierno para reformar las leyes de reconocimiento de género y el "alarmismo transfóbico".
La dura reprimenda al gobierno británico se produce en el informe anual de Amnistía sobre los derechos humanos en el mundo.
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Las políticas en materia de inmigración, vivienda y los esfuerzos actuales para restringir el derecho a la protesta significan que el Reino Unido se está "acercando a toda velocidad al borde del precipicio" en lo que respecta a la defensa y preservación de la legislación en materia de derechos humanos.
En su informe de 408 páginas, Amnistía también condena que el gobierno conservador no haya reformado la Ley de Reconocimiento de Género (GRA) en septiembre de 2020 como una medida que "no cumple con los estándares de derechos humanos".
La GRA es la ley de 2004 a la que recurren los hombres y mujeres trans adultos para obtener el reconocimiento legal de su género. En general, se considera anticuada, excesivamente burocrática, cara y excluyente para las personas no binarias y los menores de 18 años.
Una enorme consulta sobre posibles reformas de la Ley de Reconocimiento de Género atrajo más de 108.000 respuestas, con el 80% de los encuestados a favor de desmedicalizar el proceso de obtención de un certificado de reconocimiento de género, y tres cuartas partes a favor de eliminar el requisito de que las personas trans aporten "pruebas" de que viven en el género que han elegido.
Pero al archivar las reformas, la ministra conservadora de la Mujer y la Igualdad, Liz Truss, afirmó que "no era una prioridad" para los transexuales.
Además, Amnistía dijo que en el Reino Unido hay "una retórica transfóbica creciente y un alarmismo en los medios de comunicación".
"Durante años, el Reino Unido se ha movido en la dirección equivocada en materia de derechos humanos, pero ahora las cosas están empeorando a un ritmo acelerado", dijo la directora de Amnistía Internacional en el Reino Unido, Kate Allen.
"Después de haber cometido un error tras otro letal durante la pandemia, el gobierno intenta ahora, de forma vergonzosa, despojarnos de nuestro derecho a impugnar legalmente sus decisiones, por pobres que sean".
El informe también destaca la mala gestión británica de la pandemia de coronavirus, las recientes agresiones al derecho de protesta, la discriminación policial contra las comunidades negras y asiáticas y la reanudación del comercio de armas con Arabia Saudí.
"Sobre el derecho a la protesta, sobre la Ley de Derechos Humanos, sobre la responsabilidad por las muertes por coronavirus, sobre el asilo, sobre la venta de armas o sobre el comercio con los déspotas, nos estamos acercando a toda velocidad al borde del precipicio", dijo Allen.
"Tenemos que detener esta carrera precipitada hacia el abandono de nuestros derechos humanos".