Amor es amor. La importancia del autoconocimiento y la autodefinición

El autoconocimiento sexual y la autodefinición de la identidad de género son aspectos importantes para el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la identidad de género se experimenta a través de pensamientos, fantasías, gustos, actividades, prácticas con escort en Lima, por ejemplo, roles y relaciones que interactúan con la forma interna en que cada persona vive. Es una parte de la sexualidad.

La identidad de género está relacionada con el autoconocimiento y la autodefinición para tener una sexualidad saludable. Esto permite vivir una experiencia interna de género, que puede corresponder o no al sexo asignado al nacer. Por ejemplo, algunas personas nacen con órganos sexuales y reproductivos femeninos pero se sienten hombres y viceversa.

Sin embargo, la identidad de género no se limita únicamente a la percepción de lo femenino y lo masculino. Una amplia diversidad de identidades ha generado nuevas prácticas y roles al interactuar entre sí. Skokka, un portal de anuncios clasificados para adultos disponible en 27 países del mundo, es uno de los espacios disponibles para disfrutar y ejercer la sexualidad libremente.

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La identidad de género y sus tipos

El investigador LGBT+ Miguel Ángel Flores explica que la identidad de género es una característica intrínseca de la sexualidad humana. Está sujeta a múltiples expresiones, como la masculina, la femenina, la trans, la no binaria y otras. En todos los casos, el proceso de identidad sexual y autoconocimiento es clave para que cada persona se desarrolle en la sociedad.

La identidad de género debe ser aceptada y promovida para evitar la discriminación. Esta corresponde a la forma en que una persona se identifica según sus propios patrones de género, expresados en la forma en que interpreta este mismo.

Normalmente, las mujeres se consideran femeninas y los hombres masculinos. Pero la identidad y la expresión se asumen de forma diferente:

• Cisgénero: Esta identidad se refiere a las personas que se definen a sí mismas como hombres o mujeres, y esta identidad se corresponde con sus genitales de nacimiento.
• Transgénero: Transgénero es una persona cuyo género no coincide con el sexo asignado al nacer. Puede ser heterosexual, bisexual, homosexual o asexual. Además, si hay una transición de los órganos reproductores, se les llama transgénero.
• Andrógino: Persona con una identidad formada por rasgos masculinos y femeninos. No limita su comportamiento o expresión a un único género determinante.
• Neutro: Es una identidad no compuesta por rasgos masculinos ni femeninos. Es neutral en cuanto al género.
• Personas de sexo no ajustado: Se refiere a las personas de género no ajustado al sexo. La identidad no se ajusta a la categoría tradicional de masculino o femenino.
• No binario: El género no binario es cuando no hay identidad de ninguno de los dos géneros. Ni masculino ni femenino.
• Género fluido: Este tipo de identidad de género depende de las transiciones de cada persona por los diferentes géneros. Varía la identidad según cada paso, incluyendo el binarismo (masculino/femenino).
• Bigénero: Persona que se identifica con dos géneros. Puede identificarse con uno en mayor medida que con el otro.
• Pangénero: es la identificación de todas las etiquetas de género existentes.

 

En el proceso de identidad de género interviene la expresión. También son indispensables las prácticas que permiten experimentar esta identidad y sexualidad, como la visita a una escort de ar.skokka.com, por ejemplo. En definitiva, las personas descubren sus preferencias y cómo les gusta expresar su identidad.

 

¿Cómo descubrir la identidad de género?

La adquisición de la identidad de género comienza a los tres años de edad. Debido a las diferencias anatómicas entre los dos sexos, el niño ya ha formado un autoconcepto (sabe qué sexo tiene y qué género es). Es un proceso gradual que está impregnado de elementos socioculturales, religiosos y familiares, como la asignación de roles desde una edad temprana.

A los seis años, la mayoría de los niños comparten vínculos y momentos con otros niños de su mismo sexo. Practican actividades comunes y habituales para cada sexo, aunque hay niños que se interesan por otras prácticas "socialmente" destinadas al sexo opuesto. Es en la adolescencia cuando suelen experimentar prácticas relacionadas con la sexualidad para conocerse y definirse con identidades de género específicas.

La socialización saludable es clave para poder dedicar tiempo al autoconocimiento de forma segura. La información también puede guiar a los adolescentes a encontrar las respuestas que necesitan, por lo que la educación sexual es esencial para lograr una identidad formada.

Es fundamental reconocer que una información accesible no anima a nadie a elegir una identidad de género o una orientación sexual, sino que ayuda a poner nombre a las inquietudes vividas. Las personas que no tienen la oportunidad de conocerse a sí mismas con la información y el entorno adecuados tienden a tener problemas de autoestima y de salud mental, como la depresión o la ansiedad, que no influyen en su identidad de género.

 

Formas de vivir y expresar la identidad de género

Durante la infancia, la identidad de género se expresa a través de juegos, juguetes, deportes y otras actividades. Sin embargo, los adultos se interesan más por las diferentes formas de vivir y expresar esta identidad, desde la ropa o el peinado, los nombres o apodos, el maquillaje, el grado de dulzura o de dominio, los modales, el estilo de conducta, los gestos físicos y otras acciones no verbales.

Al mismo tiempo, las personas buscan nuevas experiencias y prácticas sexuales con parejas, amigos, damas de compañia Chile, masajistas u otras personas que reafirmen su identidad de género. De este modo, pueden estar seguros de lo que les gusta y cómo.