Atletas gays aterrorozados por la alineación Rusa de los Juegos de Invierno
Fundados en 1969, los Juegos de Invierno del Ártico son una competición deportiva circumpolar bienal para atletas del Norte y del Ártico, y el evento promueve "la competición atlética, el intercambio cultural y la interacción social" combinando "deportes que gozan de popularidad mundial" con eventos indígenas "norteños y tradicionales". Atletas de regiones de Estados Unidos, Canadá, Groenlandia, Noruega, Suecia, Finlandia y Rusia participan en los juegos, pero Rusia nunca ha sido anfitriona.
A principios de este mes, los Juegos de Invierno del Ártico anunciaron que el contingente de Yamalo-Nenets en el noroeste de Siberia, en el centro de Rusia, será el anfitrión de los juegos en 2026. Si la candidatura del país se completa, los activistas temen que los atletas LGBT+ se enfrenten a un dilema "aterrador".
Chelsea Thacker, directora ejecutiva de la Coalición Arco Iris de Yellowknife, dijo: "Instantáneamente me preocupé porque en los últimos años, y desde un largo contexto histórico, ha habido una fuerte discriminación y violencia contra las personas LGBTQ2S en Rusia". Añadió: "No puedo imaginar... a los atletas que se ven obligados a elegir la seguridad por encima de algo que tienen como carrera, o como pasión, o como algo que es realmente importante para ellos".
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Según la política de diversidad de los Juegos de Invierno del Ártico, el comité internacional promete "defender las necesidades emocionales y físicas y la seguridad de todos los participantes", independientemente de la orientación sexual, la identidad de género o la expresión de género.
Ian Legaree, director técnico del Comité Internacional de los Juegos de Invierno del Ártico, dijo: "La política de diversidad es una parte importante de lo que se trata de los Juegos de Invierno del Ártico". Yamalo-Nenets aún debe presentar una oferta final, y parte de ese proceso es acordar políticas que protejan a todos los participantes.
Los Juegos de Invierno del Ártico podrían obligar a los atletas homosexuales a ir a Rusia, donde el sentimiento anti-LGBT+ está en alza. El presidente ruso Vladimir Putin ha apuntado sistemáticamente a la comunidad LGBT+ del país, despertando el odio entre sus más leales partidarios, los miembros de la Iglesia Ortodoxa Rusa, y dejando a los grupos de derechos LGBT+ fuera de Rusia alarmados por la forma en que apunta a los homosexuales.
En 2013, Putin supervisó la introducción de la infame ley de "propaganda gay" del país, que prohíbe la llamada "propaganda de relaciones sexuales no tradicionales" entre menores. Los observadores de los derechos humanos dicen que la ley ha sido ampliamente explotada en Rusia para reprimir la libertad de expresión de las personas LGBT+, y que a menudo se utiliza como arma cuando los grupos intentan organizarse o protestar.
Durante el reciente referéndum constitucional que permitió a Putin extender su gobierno más allá de la fecha límite de 2024, la campaña de Putin se basó en gran medida en la eliminación de los derechos de las personas LGBT+, desde la eliminación efectiva de las personas trans de la existencia hasta la prohibición constitucional de la igualdad en el matrimonio.