Caitlyn Jenner quiere que los niños trans sufran como ella lo hizo
Hubo un tiempo en que Caitlyn Jenner hizo creer a la comunidad que realmente quería escuchar las opiniones de otras personas LGBTQ+. Su salida del armario y la posterior serie I Am Cait hicieron pensar a algunos que incluso podría ayudar a representar y devolver el favor a las personas que hicieron posible que saliera del armario.
En cambio, quiere que suframos.
Caitlyn Jenner lo deja claro: “No quiero ser una activista trans”
Bruce Jenner renace como Caitlyn Jenner en la portada de Vanity Fair
En otro asombroso caso de gimnasia mental, Caitlyn Jenner (que ha hablado públicamente de su "voz masculina" como fuente de "incomodidad") se opone a que se informe a los niños trans sobre lo que son los bloqueadores de la pubertad.
El libro Body Image (Imagen corporal ), publicado recientemente por American Girl, ha provocado la reacción de los reaccionarios queerfóbicos por atreverse a reconocer en algunas secciones que, sí, las personas trans a menudo sienten disforia corporal desde una edad temprana y merecen ser educadas sobre lo que están viviendo.
En un nuevo segmento de Fox News, el corresponsal de disonancia cognitiva calificó el libro que ofrece recursos a los niños trans como "otro ejemplo de que el mundo woke se está volviendo loco":
ESCUCHA: American Girl bajo fuego después de lanzar un libro empujando bloqueadores de la pubertad transgénero para solucionar problemas de imagen corporal - @Caitlyn_Jenner pesa en.
"Los niños de hoy en día están expuestos a tantas cosas que creo que esa mente joven e inmadura no está del todo preparada para comprender"#AmericaReports pic.twitter.com/KrYBCfBdDs
- America Reports (@AmericaRpts) 8 de diciembre de 2022
Caitlyn y los de su calaña han llegado a sustituir términos como "derechos humanos" y "activistas" por "wokeness" y "groomers" para hacer que la educación y la defensa de las cuestiones LGBTQ+ suenen como un mal moral absoluto.
En su revolucionario reportaje de portada de Vanity Fair de 2015, "Call Me Caitlyn" (en el que seguía usando los pronombres él/ella y se refería a su yo más joven como "Bruce"), hablaba de las dificultades de experimentar lo que había llegado a conocer como disforia de género con tan solo diez años.
"Cuando Bruce tenía unos 10 años, se colaba en el armario de su madre, a veces en el de su hermana", se lee en el perfil. "Se ponía un vestido y tal vez se enrollaba un pañuelo en la cabeza y se paseaba por el exterior".
"Sin conocer el término clínico de lo que sentía (disforia de género), se sentía 'fascinado por todo ello', al tiempo que 'muerto de miedo de que alguien lo descubriera'. No había nadie con quien pudiera hablar de ello. No se lo contó a nadie hasta principios de los 70, cuando se lo contó a su primera mujer, Chrystie".
De niña, Caitlyn sabía que era diferente. Sabía que sentía euforia en lo femenino. Todavía hoy, décadas después, sufre los efectos de su pubertad "masculina", muchos de los cuales, sin duda, ha tenido que pagar miles y miles de dólares para cambiar.
Entonces, ¿por qué defiende que los niños no puedan acceder a medicamentos seguros y reversibles para bloquear la pubertad?
Los hechos son los siguientes: El retraso médico de la pubertad no es permanente. Nadie receta THS a menores de 14 años, una edad en la que la gran mayoría de las personas ya habrán empezado a experimentar los cambios de la pubertad. Y, sea cual sea la edad, la inmensa mayoría -¡el 98%! - de las personas que inician el proceso de salud trans en la adolescencia deciden continuarlo en la edad adulta.
Esta mujer tiene que meterse en la cabeza que los mismos transfóbicos a los que está haciendo la pelota piensan que ella es tan perversa y antinatural como ella constantemente hace ver al resto de su comunidad y a nuestros defensores.
¿Cree que los espectadores la recibirían en un baño de mujeres? ¿Un vestuario de mujeres? ¿Cree que confiarían en ella, madre de seis hijos, para vigilar a sus hijos?
De ser así, ese nivel de gimnasia mental podría valerle otra medalla de oro.