Cómo elegir el sofá perfecto
Conforme a la Federación Española de Empresas del Hábitat, en el país existen 15.369 compañías que se dedican a la fabricación de muebles para el hogar. Estas empresas producen más de 5 millones y medio de euros al año, y se han visto favorecidas por el confinamiento.
Si bien algunas organizaciones que se dedican exclusivamente a la exportación han sufrido pérdidas en el 2020, las compañías como Sofassimo que dependen de la demanda interna han experimentado un gran incremento en sus ganancias. Aunque el equipamiento de oficina fue la estrella del año, la venta de sofás también creció significativamente.
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Al pasar más tiempo en sus viviendas, los españoles optaron por transformarlas en lugares más acogedores y el sofá se convirtió en el protagonista de la casa. Las salidas con amigos fueron reemplazadas por las maratones de Netflix y los asientos incómodos fueron rápidamente retirados del salón.
¿Cómo elegir un buen sofá?
La oferta de sofás es tan amplia que elegir solo uno se hace un poco difícil. Para simplificar la decisión se deben tomar en cuenta las siguientes recomendaciones:
Tamaño del salón
Si el ambiente donde se ubicará el sofá es amplio, se puede elegir cualquier mueble sin miedo a ocupar demasiada superficie. Sin embargo, si el salón es pequeño, es imprescindible aprovechar una de sus esquinas para posicionar el sofá. Por lo tanto, un chaise longue es la mejor opción para espacios reducidos.
Utilidad del sofá
Es importante determinar qué funciones cumplirá ese sofá y cuántas personas lo ocuparán. Si lo van a usar dos personas adultas para ver una película por la noche, un sofá loveseat tapizado en chenille de color neutro cumplirá con las expectativas.
Sin embargo, si es una familia numerosa con niños en edad escolar o mascotas, se deberá optar por un sofá de más cuerpos, confeccionado en un material resistente y fácil de limpiar. Por último, quienes suelen tener invitados deberían considerar comprar un práctico sofá cama.
Prueba de comodidad
El sofá es un mueble que debe ser cómodo para quien lo utilice. Por eso es necesario probarlo y medir si las proporciones se amoldan al cuerpo del usuario. Al apoyar la espalda en el respaldo la zona lumbar debe quedar en contacto con el sofá y los pies tienen que tocar el suelo.
Además, los reposabrazos deben quedar a la altura del codo. Por último, se debe verificar que las caderas queden por sobre la altura de las rodillas y que el asiento no presione la parte posterior de las mismas. Si el sofá es hermoso a la vista, pero incómodo cuando se prueba, debe reemplazarse.
