Corea del Sur mantiene la arcaica ley antigay del ejército
El Tribunal Constitucional de Corea del Sur ha asestado un duro golpe a la comunidad LGBTQ+, al decidir mantener un artículo anticuado y discriminatorio de su ley militar que castiga las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo.
Según el artículo 92-6 de la Ley Penal Militar de Corea del Sur, los miembros de las fuerzas armadas que mantengan relaciones homosexuales entre sí pueden enfrentarse a penas de hasta dos años de prisión.
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Desde 2002, el Tribunal Constitucional del país ha estudiado la impugnación de esta disposición contraria al colectivo LGBTQ+, y en todas las ocasiones ha decidido mantenerla.
En la sentencia dictada el jueves por el tribunal (5-4), se dictaminó que las relaciones entre personas del mismo sexo podrían socavar la disciplina en el ejército de Corea del Sur y afectar negativamente a su capacidad de combate, informa Reuters.
Esta sentencia es especialmente decepcionante, ya que en Corea del Sur los hombres están obligados a realizar entre 18 y 21 meses de servicio militar después de cumplir los 18 años, independientemente de su orientación sexual.
Los grupos de defensa de los derechos esperaban que este fuera el año en que se derogara el artículo discriminatorio.
Esto se debe a la sentencia del Tribunal Supremo del año pasado, que anuló las condenas del tribunal militar de dos hombres que habían sido condenados a penas de prisión suspendidas tras mantener una relación consentida entre personas del mismo sexo.
El Tribunal Supremo había dictaminado que mantener la disposición antigay pondría en peligro la autonomía y la dignidad de cada hombre.
Desgraciadamente, la histórica sentencia no tuvo ningún efecto sobre la decisión del Tribunal Constitucional de la semana pasada.
Al comentar la sentencia, Boram Jang, investigador de Amnistía Internacional sobre Asia Oriental, afirmó en un comunicado: "Este respaldo continuado a la penalización de los actos sexuales consentidos entre personas del mismo sexo en el ejército coreano es un retroceso angustioso en la lucha de décadas por la igualdad en el país".
La sentencia del jueves también supone un revés para los derechos LGBTQ+ en Corea del Sur.
El odio contra las personas LGBTQ+ sigue siendo generalizado en el país, una de las mayores economías del mundo, debido al conservadurismo social profundamente arraigado y a las arraigadas normas de género.
Las personas LGBTQ+ tienen pocos derechos protegidos, y los grupos religiosos evangélicos de Corea del Sur tienen una enorme influencia en la política de Seúl y han difundido con especial fuerza la retórica anti-LGBTQ+.
Este mismo año, la policía y los funcionarios se unieron para clausurar un festival del Orgullo Surcoreano en la ciudad de Daegu.
No existe ninguna ley nacional que proteja a las personas LGBTQ+ de la discriminación por orientación sexual o identidad de género. Los estudiantes homosexuales sufren discriminación, intimidación y acoso en las escuelas surcoreanas.
Mientras tanto, el matrimonio entre personas del mismo sexo y las uniones civiles siguen siendo ilegales, y a las parejas homosexuales se les impide adoptar conjuntamente.