Crecí en una secta homófoba y rogué a Dios que me hiciera heterosexual".
Criado en una "secta extremadamente homófoba", a Matthew le enseñaron que los homosexuales eran "de temer". Para colmo de males, era portador de un profundo secreto.
"Cuando era niño, mi familia entró en una secta", dijo en un vídeo en TikTok.
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"Estábamos aislados del mundo, y los homosexuales eran criminales a los que había que temer", añadió, señalando que la secta era "muy estricta", y eso incluía normas sobre las citas.
"No salías con nadie, cortejabas a la gente con el permiso de ambos padres. No veías la televisión, no escuchabas música pop. Básicamente crecí bajo una roca", insiste.
La pertenencia a la secta afectó profundamente a la infancia de Matthew. Los mensajes que le rodeaban decían que las personas LGBTQ+ eran una "abominación", por lo que tuvo que luchar para darse cuenta de que, en realidad, era gay.
"Durante mucho tiempo recé: 'Dios, por favor, hazme hetero'", dijo.
Fue "un trauma muy grande", pero, una década después, Matthew encontró el valor para escapar y "empezar una nueva vida".
Se declaró gay y se abrió a la posibilidad del amor. Entonces, encontró a su media naranja con Paul, que es su pareja desde hace cinco años.
En cuanto empezaron a chatear por Internet, Paul informó a Matthew de que, cuando tenía 16 años, los médicos le habían dicho que se iba a quedar ciego, y él había aceptado que su vista se deteriorara. Hoy solo le queda un 15% de visión.
Matthew se mostró "totalmente receptivo" a la información y sintió curiosidad por la enfermedad, recuerda Paul.
"Lo busqué en Google inmediatamente para poder charlar con este bombón con conocimientos", dijo Matthew, provocando la risa de Paul.
Paul pensó que el interés de Matthew era "realmente especial" porque había salido con hombres que "probablemente terminaron [la] relación" porque eran "incapaces de manejar" la posible "responsabilidad que conlleva ser una pareja interdiscapacitada".
Eso es algo que Matthew ha manejado bien, añadió Paul, pero seguía preocupado por lo que la pérdida total de la vista podría significar no sólo para él, sino también para su futuro juntos.
"Una de las cosas que más miedo me da de perder la vista es cómo será mi vida sin ella. Matthew y yo queremos tener hijos y quiero poder verlos crecer".
Después de que Paul compartiera sus temores con su compañero, Matthew se acercó a él, le cogió la mano y le dijo: "No tienes que preocuparte por nada de eso porque me tienes a mí y te quiero".
Paul dice que era la primera vez que "decía eso... y por supuesto, me derretí".