¿Cuál ha sido el éxito de 'The Big Reunion'?
Seguro que has oído hablar de 'The Big Reunion'. Por si acaso no lo has hecho, te lo resumimos rápido: unos productores decidieron reunir a las boybands y girlbands más exitosas de hace una década para un concierto sorpresa, con todos los dramas que ello conlleva. Así, aceptaron reunirse Five, Atomic Kitten, Honeyz, B*Witched, 911, Liberty X y, a última hora, Blue.
El programa terminó hace un par de semanas con un éxito absoluto. Tan absoluto que tras el concierto en el Hammersmith Apolo y la tira de bolos por discotecas, este mes de mayo harán un tour por Arenas de todo UK, repitiéndolo para Navidad.
Eternal vuelven con 'The Big Reunion'
Atomic Kitten, Liberty X o Blue en el concierto final de 'The Big Reunion'
Es por ello que queremos analizar las claves del éxito de un programa por el que pocos habrían apostado como un éxito tan absoluto:
Un perfecto trato desde la televisión británica
La televisión británica es conocida por mimar hasta su más ridículo proyecto. La telebasura también existe, pero te la venden tan bien que hasta parece inteligente. 'The Big Reunion' trata en todo momento a sus artistas como personas, a veces marionetas, a veces juguetes rotos. Y, no lo dudes, hacen leña del árbol caído, tocando dónde más duele (el protagonismo de una de las gemelas de B*Witched es un ejemplo, así como el bullying a Sean de Five), pero siempre con la intención de mejorar y nunca de reírse del prójimo.
La libertad para volver como artistas serios, aunque su pasado vaya ligado al concepto "prefabricado"
Todos tenemos claro que no se están reuniendo los Sex Pistols ni The Doors. Atomic Kitten o Liberty X han hecho historia a su manera y en su ámbito, de la misma forma que no es lo mismo un Happy Meal que una cena en el Ritz. Los productores del programa han sabido tener eso en cuenta, pero sin olvidar lo que hundió a muchas de las bandas: el guión. Todo estaba tan mimetizado que no había lugar para la improvisación, y mucho menos para la opinión personal. Los propios miembros de todas las bandas lo recuerdan constantemente, y nos gusta ver cómo ahora pueden decidir quién canta qué, quién tiene más protagonismo o qué estilismo quieren llevar.
El mejor ejemplo lo tenemos con Honeyz: en su día, Heavenli abandonó el trío original por presiones. Fue sustituída por otra chica, Mariama, que terminó por abandonar en las mismas condiciones. El programa ha reunido a ambas chicas, que nunca han actuado juntas, pero tienen tanto en común que la química ha fluido por sí sola.
Otro de los morbos era el de ver a Kerry Katona, conocidísima por sus desvaríos sentimentales y emocionales pese a ser el origen de Atomic Kitten. Al final ha resultado ser un amor de persona, que se ha llevado bien con todos los participantes y ha conseguido lavar su imagen (que vaya sí lo necesitaba).
El revival de los 90 está más que vivo
Que sí, que el revival noventero lleva ya unos cuantos años entre nosotros. Calvin Harris es uno de los grandes exponentes, ya que la mayoría de sus singles no se diferencian de los éxitos bailables de la década de los tejanos y 'Sensación de Vivir', y el boom del dance ha ayudado a que las discotecas británicas no tengan miedo de pinchar 'If Ya Gettin Down' o 'C'est La Vie'.
La nueva juventud no se avergüenza de su pasado
Hoy en día la forma de acercarse a la música es radicalmente diferente a finales de los 90. Entonces, Internet empezaba y la interacción era en una sola dirección. Dependías de las páginas oficiales de cada artista y sin YouTube ni redes sociales, se volvía muy difícil conocer artistas parecidos. Los que vivimos la pubertad en aquella época somos la generación que no se averguenza de ir al concierto de Spice Girls en pleno 2007, así que mucho menos escuchar a Liberty X, B*Witched o 911. Lo pudimos comprobar en el genial concierto que Atomic Kitten dio en el 'G-A-Y @ Heaven' londinense. Así que, bravo, el test del tiempo ha pasado la prueba.
El pop nunca morirá
Hay géneros que han nacido para tener su minuto de gloria y, todo seguido, vivir en la oscuridad. Pasó con el grunge, el hip hop (el verdadero, no el de will.i.am o Kanye West), pasará con el dubstep, pero hay un género que nunca vivirá eso: el pop. Porque el pop no es un instrumento concreto, es una forma de hacer, que se adapta a las costumbres actuales y que se basa en algo muy sencillo: un estribillo pegadizo hasta decir basta, un mensaje de lo más positivo y baile, mucho baile. El pop de los 80 tenía su sonido, el de los 90 también, y en el futuro recordaremos cada década o cada etapa con su sonido, pero con un denominador común: siempre será Pop.
¿Y España?
Ante estas evidencias, no nos queda más que preguntarnos ¿qué sucedería si alguien se animara a exportar el proyecto a España?
Está claro que el proyecto estaría abocado al fracaso, por las mismas razones por las cuales es un éxito en UK: ninguna televisión se arriesgaría a adaptar el formato con el mismo respeto y compromiso por la calidad en el resultado final; la elección de bandas sería seguramente terrorífica: El Canto del Loco, Las Ketchup, OBK o Amistades Peligrosas, aunque reconocemos que el morbo estaría en ver mezclas imposibles como a La Oreja de Van Gogh con sus dos vocalistas juntas, Fórmula Abierta sobrellevando los problemas del pasado, Nena Daconte o Sonia Y Selena sin maquillaje y soltándose las cosas a la cara.
Y a ti, ¿te gustaría ver un formato así con las bandas pop españolas?