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El auge del negocio de las webcams entre la comunidad gay

LA SEXUALIDAD SE VIVE SIN CENSURAS

En la actualidad, han surgido nuevas prácticas derivadas del uso de internet y las nuevas tecnologías audiovisuales en todos los campos, especialmente en el del ocio. Por otra parte, el goce sexual ha dejado de ser un tabú, así como las distintas orientaciones sexuales con las que se siente identificado cada persona. En este contexto de libertad, surgen las webcams para tener sexo virtual, que están teniendo una importante repercusión en el público en general, y entre la comunidad gay en particular

El negocio de las webcams no deja de crecer en el mundo. Los motivos son una forma muy rentable de ganarse la vida, de costearse los estudios o de superar una mala racha, por un lado. Por otro, una alternativa de ocio discreto. Para los usuarios que solicitan estos servicios, una forma segura, íntima y anónima de disfrutar del sexo sin censura.

Deshaciéndose de viejos prejuicios, se trata de un negocio económicamente muy beneficioso, mucho más seguro que el de los escorts, pues no hay contacto físico. Mientras que las personas que trabajan en este sector tengan la precaución de no brindar información privada están completamente a salvo. Del mismo modo, las plataformas que ofrecen estos servicios se encargan de salvaguardar la privacidad de sus clientes.

Niveles de este trabajo

Este negocio se divide en tres niveles. El primero son los portales a través de los cuales se transmiten los videos, como Amateur.TV. Estas páginas proporcionan todo el soporte tecnológico que se necesita para esta actividad, como son la pasarela de pagos y el software para manejar imágenes en HD. Los interesados tan sólo tienen que crear un usuario, los modelos webcam pueden interactuar con personas alrededor de todo el mundo y recibir propinas y otros ingresos con las ganancias que generan estas plataformas.

El segundo nivel son los estudios. Se trata de empresas especializadas que ofrecen espacios adaptados especialmente para que los modelos webcam puedan desarrollar su trabajo en óptimas condiciones. Cuentan con una buena conexión a internet, cámaras HD, ordenadores de alta velocidad y todo lo necesario para llevar a cabo una buena transmisión.

El tercero son los modelos. Tienen completa libertad para decidir si quieren transmitir sus videos desde su casa, con sus propios equipos, para lo que deberán hacer una buena inversión inicial para ofrecer calidad, o acudir a un estudio, compartiendo parte de sus ganancias.

Ventajas y desventajas de trabajar en un estudio o desde casa

En este sentido, tanto trabajar en estudio como desde casa tiene sus propias ventajas e inconvenientes y habrá que ponerlas en una balanza para hacer una buena decisión.

Por un lado, trabajar en un estudio tiene la ventaja de poder desconectar, separar realmente la vida profesional de la personal. Además, no habrá que hacer un desembolso de dinero en el equipo para poder empezar a trabajar y tener ganancias. Son espacios perfectamente adaptados a los que ir a ejercer, al igual que se acude a la oficina. Cuando se termine, no habrá que preocuparse de nada ni realizar ningún tipo de mantenimiento, y la próxima vez todo volverá a estar perfecto.

Por otro lado, trabajar desde casa permite fijar los propios horarios con total flexibilidad, no tener gastos en desplazamientos ni tener que compartir ganancias. Además, cuando llegó la pandemia fue el salvavidas económico para un elevado número de trabajadores del sector, pues podían seguir ejerciendo sin salir de sus hogares, de forma totalmente segura.   

La pandemia incrementó el sexo online y las webcams

La crisis sanitaria vivida en los últimos años ha sido responsable del impulso de un sector que ya venía experimentando un fuerte crecimiento. Cuando el coronavirus impuso sus nuevas reglas, con la distancia entre las personas como norma para no contagiarse, otros modos de contacto erótico ganaron protagonismo.

En estas circunstancias, fueron muchos los que ejercían como escorts y que tuvieron que hacer el cambio a las webcams para poder seguir trabajando. A esto se le unió también otros que empezaron a interesarse por este negocio, que se podía llevar a cabo perfectamente desde casa, al haber perdido su puesto de trabajo y la entrada de ingresos.

En relación a los consumidores de este tipo de servicios, encontraron en este medio la forma de dar rienda suelta a su sexualidad y poder tener relaciones eróticas sin comprometer su salud ni saltarse las normas impuestas por la cuarentena o el estado de alarma.

¿Y tú que opinas?

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