El Consejo de Europa pide a Polonia que anule las zonas "libres de LGBT"
El Consejo de Europa, la principal organización de derechos humanos del continente, ha pedido a Polonia que anule sus aborrecibles zonas libres de LGBT.
El Congreso de Autoridades Locales y Regionales del Consejo se reunió el miércoles (16 de junio) para adoptar una resolución que condena el "creciente discurso de odio y discriminación contra las personas LGBTI" que se extiende por toda Polonia.
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Incluía una recomendación para que los gobiernos centrales elaboraran planes de acción nacionales que reforzaran las medidas antidiscriminatorias y de derechos humanos, con especial atención a las personas LGBT+.
"En toda Europa, los derechos y el reconocimiento de las personas LGBTI están bajo presión", dijo el ponente Andrew Boff.
"El aumento del discurso del odio está creando divisiones entre los ciudadanos de nuestras ciudades y regiones. Frente a esto, las autoridades locales y regionales deben reforzar los derechos sociales y el bienestar de sus ciudadanos LGBTI y promover el diálogo. Tenemos el deber con todos nuestros conciudadanos de crear sociedades inclusivas".
Desde 2019, más de 90 ciudades y regiones polacas habían aprobado resoluciones en las que se declaraban libres de la llamada "ideología LGBT".
Estas "zonas libres de LGBT" cubren ahora más de un tercio del país, y su retórica homófoba se ve reforzada por el partido gobernante Ley y Justicia, que ha presentado repetidamente a las personas LGBT+ como una amenaza corrosiva para los llamados valores tradicionales.
El Consejo reconoció el discurso que intenta "deslegitimar" las identidades LGBT+ mediante el uso de términos despectivos como "propaganda de la homosexualidad", "ideología de género" o "ideología LGBT".
"Las crecientes voces conservadoras y fundamentalistas en Europa están politizando cada vez más la cuestión de la identidad LGBTI y designando a las personas LGBTI como chivos expiatorios, cuestionando la diversidad en general, y los derechos humanos de las personas LGBTI y la legitimidad de su identidad, en particular", dijeron.
Reiteraron que "ni los valores culturales, tradicionales o religiosos, ni las normas de una 'cultura dominante' pueden invocarse para justificar la incitación al odio o cualquier otra forma de discriminación", incluso por motivos de sexualidad o identidad de género.
No es ni mucho menos la primera vez que la UE se mueve para condenar el creciente sentimiento anti-LGBT+ de Polonia. En diciembre de 2019, el Parlamento Europeo aprobó una resolución contra la discriminación pública y la incitación al odio, y animó a retirar la financiación a los países que la infringieran.
Desde entonces, la UE ha cumplido esta amenaza y ha suprimido enormes subvenciones a determinadas regiones, lo que ha llevado a algunas zonas libres de LGBT a retirar sus promesas homófobas.
El Consejo de Europa no puede dictar leyes vinculantes, pero sí tiene el poder de hacer cumplir ciertos acuerdos internacionales entre los Estados europeos. Su última condena sirve de incómodo recordatorio del creciente abismo entre el presidente Andrezj Duda y sus homólogos europeos.