El grupo de aficionados LGTB+ de Inglaterra critica a David Beckham por su papel en el Mundial
El mayor grupo de simpatizantes LGBTQ+ de la selección inglesa ha sugerido que David Beckham deje de ser considerado un gran aliado o de ser colocado en un pedestal tras convertirse en embajador remunerado de la Copa del Mundo de Qatar.
Di Cunningham, cofundadora del grupo Three Lions Pride, se mostró decepcionada por la decisión de Beckham de aceptar un acuerdo -que, según los informes, está valorado en 150 millones de libras esterlinas-, dado que la legislación qatarí penaliza las relaciones entre personas del mismo sexo.
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Cunningham fue una de las que viajó a Rusia para el Mundial de 2018 y dijo que encontró a la mayoría de la gente "tan, tan acogedora" en su visita. Sin embargo, dijo que el Orgullo de los Tres Leones no iría a Qatar porque no había "ninguna señal -como en Rusia- de apetito por relajar o revisar el ambiente tóxico que hay para los LGBTQ+ y otros grupos minoritarios".
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En una rueda de prensa de la Sport & Rights Alliance celebrada el miércoles, Cunningham también elogió a los jugadores que se habían pronunciado a favor de los derechos de los homosexuales, bisexuales y transexuales en Qatar, antes de centrarse en Beckham, ex capitán de la selección inglesa.
"Una de las dificultades es que la gente se lleve el dinero para promocionar Qatar y la Copa del Mundo", dijo. "Estoy muy decepcionado porque nosotros -la familia del fútbol LGBTQ+- hemos puesto a David Beckham en un pedestal, como un gran aliado.
"Y luego resulta que se lleva un montón de dinero para ser embajador de este Mundial, y eso es increíblemente decepcionante. Así que espero de verdad que haya calado el mensaje de que la gente será criticada por eso".
Por su parte, Minky Worden, de Human Rights Watch, instó a la FIFA a no volver a visitar en un país que no respete los derechos humanos básicos. "Los atletas son efectivamente rehenes", advirtió. "Están atados al barco de la Fifa y tienen que ir a donde sea que vaya la Copa del Mundo o el Mundial de Clubes. Y creo que para muchos aficionados, atletas y otros, la última década ha sido una lección muy amarga".
Worden también pidió que se estableciera un marco de derechos humanos para las futuras candidaturas antes de añadir: "No puede haber nunca más una Copa del Mundo que no respete los derechos humanos básicos y que ponga a los atletas, cuyo trabajo es su lugar de trabajo, en la ingrata posición de tener que temer por su identidad".
"No deberíamos volver a tener un Mundial que no respete los derechos humanos básicos y que no tenga las garantías y protecciones esperadas".
