El Papa Francisco dice que el matrimonio no puede ser homosexual
El Papa Francisco ha vuelto a cerrar cualquier esperanza de matrimonio entre personas del mismo sexo en la Iglesia Católica, declarando que la iglesia "no tiene el poder de cambiar los sacramentos".
El miércoles (15 de septiembre), hablando con los periodistas tras llegar al Vaticano desde Eslovaquia, el Papa fue preguntado por la igualdad matrimonial.
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Dijo: "He hablado claramente sobre esto, ¿no? El matrimonio es un sacramento. El matrimonio es un sacramento. La iglesia no tiene el poder de cambiar los sacramentos. Es lo que estableció nuestro Señor".
El Papa Francisco insistió en que ya existen "leyes civiles que tratan de ayudar a la situación de muchas personas de diferentes orientaciones sexuales", y que los defensores de la igualdad matrimonial no deberían estar "imponiendo cosas que por naturaleza no funcionan en la iglesia".
No abordó el hecho de que muchos países en los que la Iglesia católica tiene un poder significativo, por ejemplo Polonia, no ofrecen reconocimiento legal a las parejas del mismo sexo.
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El Papa Francisco insistió en que negar a las parejas del mismo sexo los mismos derechos que a las del sexo opuesto "no significa condenarlas".
Y continuó: "El matrimonio es el matrimonio, pero esto no significa condenar a las personas [homosexuales]... No, por favor, son nuestros hermanos y hermanas y tenemos que estar cerca de ellos, pero el matrimonio como sacramento está claro".
En marzo de este año, el Vaticano dictaminó que la Iglesia católica no bendeciría las uniones entre personas del mismo sexo porque "no bendice ni puede bendecir el pecado".
Una nota, emitida por la Congregación para la Doctrina de la Fe, la más alta oficina doctrinal del Vaticano, dijo a los miembros de la iglesia que las parejas del mismo sexo no deben recibir bendiciones, ya que hacerlo sería una afrenta a Dios.
La sentencia, aprobada por el Papa Francisco, dice que algunas iglesias han comenzado a ofrecer bendiciones a parejas del mismo sexo debido a "un sincero deseo de acoger y acompañar a las personas homosexuales" en sus instituciones.
Sin embargo, el Vaticano argumentó que la bendición sólo puede conferirse a la relación de pareja cuando ésta vive según "los designios de Dios inscritos en la creación".
