El skater Leo Baker no irá a las Olimpiadas de Tokio porque comenzó su transición

El patinador Leo Baker, que abandonó el equipo de Estados Unidos el año pasado para poder realizar una transición médica, ha compartido por qué no se arrepiente de haberse perdido los Juegos Olímpicos de Tokio.

Baker es uno de los mejores skaters del mundo tras ganar una serie de competiciones internacionales de skateboarding, incluida la Street League Super Crown en 2016.

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Después de aparcar toda una vida de preguntas sobre su género para centrarse en su carrera como skater, Baker se dio cuenta de que era trans a los 19 años. Pero no fue hasta que cumplió 29 años cuando Baker tomó la decisión de hacerlo público: renunció al equipo olímpico de skateboarding femenino de EE.UU. el año pasado para poder tomar hormonas y someterse a una cirugía superior.

En una entrevista , una semana antes de que el monopatín se convierta en deporte olímpico por primera vez, Baker explicó por qué abandonó el equipo olímpico y dijo que las competiciones de monopatín no son "el todo y el fin" para él.

"No me importa ganar", dijo Baker . "Claro que se siente súper bien ganar en el momento, pero no necesito hacerlo de nuevo. Sólo quiero patinar".

También describieron cómo competir en deportes femeninos durante tanto tiempo se hizo insoportable como persona no binaria en el armario.

"Ser categorizada como mujer en los eventos simplemente no era para mí", dijo Baker, "he estado compitiendo durante 17 años, y en ese espacio siempre ha habido un conflicto interno. Llegó un punto en el que no pude soportarlo más".

Añadió: "No podía seguir poniéndome en suspenso... Durante años, había odiado estar en espacios públicos porque entonces tenía que ser otra cosa, esta versión de mí mismo que había creado para sobrevivir y tener éxito. Todo el espacio que creé al quitar eso fue invaluable, porque ahora puedo simplemente aparecer cada día y no tener que pensar en "¿quién tengo que ser hoy? ¿Cómo tengo que ser? ¿Puedo ser Leo? ¿Se solapan mis mundos?".

"Y entonces habría tenido una crisis existencial. Desde que tomé esa decisión, nunca he sido más feliz en mi vida.

"Salir del armario ha cambiado mi vida de muchas maneras. Ni siquiera puedo poner palabras a la sensación de ir a un parque de patinaje y ser simplemente una persona".

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Leo Baker dijo que, en cuanto se enteró de la existencia de la cirugía superior, supo que quería hacérsela, pero que, como casi todas las personas trans, había "tantos obstáculos que había que pasar para conseguir la cirugía".

Además, operarse o tomar hormonas -Leo Baker lleva algo más de un año con microdosis de testosterona- no era posible con su carrera de patinador.

"Antes de renunciar al equipo, eso [tomar testosterona] ni siquiera era algo que pudiera considerar, debido a las competiciones y a las normas antidopaje de los Juegos Olímpicos", dijo Baker.

"No podía tomar hormonas si iba a competir en una prueba femenina, y era difícil programar la operación porque al competir no iba a tener tiempo para recuperarme".

Baker también dijo que no se arrepiente de no haber participado en los Juegos Olímpicos, aunque se preguntó si podría haber hecho una prueba para el equipo masculino de patinaje (las normas del Atletismo Mundial relativas a los atletas trans y los niveles de testosterona sólo se aplican a las competiciones femeninas).

"Solía competir contra chicos todo el tiempo cuando era adolescente", dijo Baker, "técnicamente todavía podría. Es sólo una cuestión de si quiero hacerlo. Pero no creo que sea necesario, y además es muy aburrido. Tal vez haya algún mundo en el futuro que tenga competiciones de patinaje queer, tal vez eso sería un momento divertido. Por ahora, sin embargo, viendo la competición desde lejos y sabiendo que no estoy allí y por qué no estoy, puedo estar tranquilo."

Si hubiera permanecido en el equipo femenino de Estados Unidos, Baker habría sido uno de los dos atletas abiertamente trans en los Juegos Olímpicos de Tokio. En la actualidad, la levantadora de pesas neozelandesa Laurel Hubbard será la primera, y única, persona abiertamente trans que competirá, en unos juegos con un número récord de atletas LGBT+.

"Siento que he vuelto a estar como al principio, cuando era un niño, y cuando el patinaje era algo puro y sagrado para mí. Voy a patinar y nadie puede decirme nada. Así es como me gano la vida, y así es como me siento feliz", dijo Baker.

"Nada va a tocarlo de nuevo".