Frida Kahlo cumpliría 103 años, celebremos su legado
En el que habría sido el 103º cumpleaños de Frida Kahlo, celebramos a la visionaria bisexual mexicana que sigue siendo un icono mundial LGBT+ más de 60 años después de su muerte.
La vida de Frida Kahlo se ha convertido en una leyenda. Nacida en 1907, la inspiradora pintora es descrita a menudo como surrealista o realista mágica, una fuerza de la naturaleza que utilizó su arte y su estilo para perseguir cuestiones de identidad, poscolonialismo, género, raza y clase mucho antes de su tiempo.
Por qué Frida Kahlo fue tan importante a nivel LGTB+
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Su legado es largo y complejo, pero en la cultura popular actual es más conocida por su feroz orgullo por su herencia mexicana, sus característicos autorretratos, su inconformismo de género y sus apasionadas relaciones amorosas.
A lo largo de su carrera artística, Frida Kahlo supo integrar su sexualidad en su obra, explorando temas como la infertilidad y el placer sexual, así como su tumultuosa relación con su marido, el célebre muralista Diego Rivera.
Pero Diego no fue su único interés romántico. En sus cortos pero agitados 47 años de vida, Frida Kahlo tendría una serie de coloridos romances con hombres y mujeres, incluyendo las estrellas de cine Dolores del Río, Paulette Goddard y María Félix, entre otras.
He aquí algunos de sus grandes amores.
Diego Rivera
La figura más importante en la vida de Frida Kahlo fue su compañero Diego Rivera, con quien se casó, se divorció y se volvió a casar.
Juntos fueron dos de los artistas más importantes del siglo XX, pero su relación fue compleja y volátil, llena de pasiones y resentimientos, adoración y dolor.
20 años mayor que Kahlo, Rivera alentó las relaciones románticas de su esposa con las mujeres, y aunque a menudo estaba celoso de sus parejas masculinas, Kahlo no dejó que eso se interpusiera en su camino. Ambos tuvieron varias relaciones extramatrimoniales, Rivera tuvo una con la hermana de Frida.
Su tempestuoso matrimonio está abierto a la interpretación a través de las numerosas obras de Kahlo, algunas más favorables que otras. Y aunque Rivera volvió a casarse tras la muerte de ella, es revelador que su último deseo fuera que sus cenizas se mezclaran.
Dolores del Río
La encantadora estrella de Hollywood era amiga tanto de Kahlo como de Rivera, y al principio se contaba entre las amantes de ésta.
El marido de Kahlo se proclamó en una ocasión "totalmente enamorado de ella, al igual que cuarenta millones de mexicanos y ciento veinte millones de estadounidenses que no podían estar equivocados".
Esto no impidió que Kahlo se acercara a ella. Tenía un historial de amistad y encanto con las novias de su marido, y se rumorea que del Río no era diferente.
En 1939, Kahlo regaló a la estrella un cuadro que, por su temática, sugiere que tuvieron una relación muy estrecha. Titulado Dos desnudos en un bosque, el cuadro presenta a dos mujeres desnudas, y la más bella de las dos, que descansa en el regazo de la otra, se parece ligeramente a Del Río.
León Trotsky
Kahlo conoció al famoso líder comunista en enero de 1937, cuando él y su esposa llegaron a México en busca de asilo político. Kahlo y su marido eran miembros entusiastas del Partido Comunista Mexicano y desempeñaron un papel clave en el asilo de Trotsky, y Kahlo le saludó personalmente a su llegada a México.
La pintora tenía 29 años y el político 57. No pasó mucho tiempo antes de que se desarrollara una apasionada relación amorosa, en la que él deslizaba abiertamente los apuntes de ella en los libros delante de las narices de su esposa.
Finalmente, la esposa de Trotsky le dio un ultimátum, pero a esas alturas la relación ya se estaba esfumando: "Estoy muy cansada del viejo", escribió Kahlo en aquel momento.
En julio de 1937 el romance había terminado, pero inspiró un cuadro de Kahlo: una obra de arte presentada a su antiguo amante que ahora se conoce como Autorretrato dedicado a León Trotsky.
Isamu Noguchi
El escultor japonés-estadounidense Isamu Noguchi se convirtió en amante a mediados de la década de 1930, después de que Noguchi viajara a México para trabajar en un mural en relieve. Tú eres para mí cada pensamiento de amor", le escribió una vez.
Su relación fue apasionada e intensa, pero constantemente plagada por los celos del marido de Kahlo, que no soportaba a sus amantes masculinos.
Se cuenta que una vez Rivera persiguió a Noguchi desde la cama de su mujer; el escultor consiguió salir por la ventana, subirse a un naranjo, saltar al tejado y salir a la calle, sólo para que Rivera le persiguiera con una pistola.
Georgia O'Keeffe
Uno de los grandes amores de Frida Kahlo fue la pintora estadounidense Georgia O'Keeffe. Se conocieron en Estados Unidos a principios de la década de 1930 e inmediatamente se reconocieron como almas gemelas.
"Ambas eran personalidades intrépidas, extravagantes y muy poderosas", explica Linda Grasso, autora de Equal under the Sky: Georgia O'Keeffe and Twentieth-Century Feminism (Igualdad bajo el cielo: Georgia O'Keeffe y el feminismo del siglo XX). "Automáticamente se habrían sentido atraídas la una por la otra".
Su romance se plasmó en numerosas cartas apasionadas: "He pensado mucho en ti y nunca olvidaré tus maravillosas manos y el color de tus ojos", escribió Kahlo en 1993.
"Si todavía estás en el hospital cuando regrese te llevaré flores, pero es tan difícil encontrar las que me gustaría para ti. Me haría muy feliz si pudieras escribirme aunque sea dos palabras. Me gustas mucho Georgia".
Para evitar cualquier duda, una carta escrita por Kahlo a un amigo ese año confirma que su relación estaba lejos de ser platónica.
"O'Keeffe estuvo en el hospital durante tres meses, se fue a las Bermudas a descansar", dijo. "No me hizo [sic] el amor esa vez, creo que por su debilidad. Una pena".
Josephine Baker
Los detalles de la relación entre Frida Kahlo y Josephine Baker, la sensación de los clubes nocturnos parisinos, permanecen envueltos en la historia. Aunque la película biográfica Frida las presenta como amantes, no hay ninguna correspondencia escrita que lo demuestre definitivamente.
Se cree que las dos mujeres, brillantes artistas, se conocieron en 1939 cuando Kahlo viajó a París para una exposición de sus obras. Baker trabajaba entonces contra Hitler en la Inteligencia Militar francesa y solía mantener en secreto sus relaciones con mujeres.
Sabemos que continuaron su relación después de esto, ya que una foto muestra a la pareja junta en México en 1952, cuando Baker hizo un viaje para verla, pero lo que sucedió allí quedará exactamente entre ellos.
