Harry Maguire recibe críticas de la comunidad LGBTQ+ por su comentario sobre los abucheos en la polémica con Jordan Henderson.
El jugador del Manchester United Harry Maguire se ha encontrado en el centro de una acalorada polémica con el grupo de aficionados al fútbol LGBTQ+ de Inglaterra después de que dijera que los que abuchearon a Jordan Henderson no eran "aficionados de verdad".
Henderson, que en su día fue considerado un firme defensor de la comunidad LGBTQ+ en el fútbol, fue duramente criticado cuando dejó el Liverpool para fichar por el club saudí Al-Ettifaq en julio.
Jordan Henderson pide disculpas a la comunidad LGBTQ+ por su actuación en Arabia Saudí
Jordan Henderson pide disculpas a los aficionados LGBTQ+ tras su traslado a Arabia Saudí
La homosexualidad es ilegal en Arabia Saudí, y Henderson se enfrentó a furiosas reacciones de los aficionados por fichar por un club en el que no se toleraba el apoyo abierto a la comunidad LGBTQ+.
Henderson, que aún juega con la selección inglesa, fue abucheado en los últimos partidos contra Italia y Australia.
Eso parece haber molestado a algunos futbolistas, como Maguire, del Manchester United, que saltó en defensa de Henderson.
Los aficionados ingleses de verdad no abuchean a los jugadores", afirmó Maguire, "no abuchean a jugadores que dedican su vida a jugar y hacen todo lo posible para que este país tenga buenos recuerdos y momentos especiales para ellos y sus familias".
"Oísteis cuando entró los vítores y algunos abucheos, pero no son aficionados ingleses".
En declaraciones a The Mirror, el grupo de aficionados LGBTQ+ de Inglaterra Three Lions Pride defendió el derecho de los aficionados a abuchear a los jugadores, especialmente cuando no defienden los derechos de las personas queer.
"Los aficionados tienen una voz válida y, en última instancia, hay muchas acciones que los aficionados pueden emprender para mostrar su disgusto con jugadores, equipos o propietarios", declaró un portavoz del grupo.
"En el pasado hemos visto una magnífica acción de los aficionados en relación con todos estos aspectos".
Y añadieron: "Abuchear nunca es algo que los aficionados deseen hacer a su propio equipo, pero es indicativo de la fuerza del sentimiento en torno a este asunto y a las decisiones de Henderson. Está claro que no son solo los aficionados LGBT+ los que piensan que es un vendido saudí.
"Decir que los aficionados que siguen lealmente a este equipo tanto en casa como fuera, y con grandes gastos personales, no son aficionados "de verdad", es una forma de "gatekear" el juego: ¿de qué otra forma le gustaría a Maguire que los aficionados hicieran constar su desagrado?".
Three Lions Pride afirmó que existe una "falta de interés" en el fútbol por lo que tienen que decir los aficionados, lo que significa que su única opción es la "acción directa".
"El hecho de que el fútbol se limite a lo que un jugador cree que es un aficionado 'de verdad' nos retrotrae a una época en la que los aficionados LGBT+ no eran bienvenidos y excluye a la gente del deporte rey.
"Los aficionados son el alma del juego, sin nosotros no hay ambiente".
Jordan Henderson responde a los "decepcionantes" abucheos
Henderson contaba con un importante número de seguidores LGBTQ+ durante su etapa como capitán del Liverpool, gracias a su apoyo a la comunidad, pero esa buena voluntad se evaporó rápidamente cuando fichó por el Al-Ettifaq.
En respuesta a los abucheos, Henderson dijo que era "decepcionante", pero insistió en que no dejaría que le afectaran.
"Si la gente quiere abuchearme por jugar en otro país, no pasa nada. Todo el mundo va a tener una opinión sobre jugar en Arabia Saudí.
"Ya he hablado en el pasado de las razones para ello. Que la gente nos crea o no es cosa suya".
Henderson abordó por primera vez las críticas en una entrevista con The Athletic en septiembre, donde admitió que el furor le había dejado "dolido".
"Todo lo que puedo decir es que siento que se sientan así", dijo.
"Mi intención nunca ha sido hacer daño a nadie. Mi intención siempre ha sido ayudar a causas y comunidades en las que sentía que me habían pedido ayuda.
"Cuando tomé la decisión, intenté verlo de la siguiente manera: si no vamos, todos podemos esconder la cabeza bajo el ala y criticar desde lejos a diferentes culturas y países. Pero entonces no va a pasar nada. Nada va a cambiar".
