La muerte de Shangay Lily, un día de luto para la comunidad gay
La muerte de Shangay Lily a los 53 años hace de hoy un día de luto para la comunidad gay española.
Enrique Hinojosa Vázquez fue un escritor, actor, periodista, celebridad televisiva, showman, pero, sobre todo, un luchador por los derechos de la comunidad a la que entregó su vida. Y ayer, tras una dura y prolongada batalla contra una enfermedad con la que llevaba viajando demasiado tiempo, sus luces de neón se apagaban para pasarlo al estatus de leyenda.
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Malagueño de nacimiento y madrileño de adopción, el nombre de Shangay Lily empezaría escribirse en letras doradas (y con mucha purpurina) entre los 80 y 90 cuando siendo uno de los primeros drag queen de la noche castellana empezase a enseñar las patitas de esa enorme inteligencia y sabiduría que lo caracterizaba, creando las primeras fiestas gay (las ya míticas 'Shangay Tea Dance' y la primera revista gay gratuita, nuestra querida 'Shangay Express').
Lo que hoy parece algo de lo más común y casi de andar por casa supuso una revolución enorme para la sociedad española en general y para el barrio de Chueca en particular, ya que por fin se trataba al colectivo como una parte integral de la comunidad. Algo de lo que presumir y (sobre todo) que celebrar en lugar de algo oscuro y escondido en un local sórdido tras siete revueltas de una calle a oscuras.
Su trabajo y sus estrategias fueron la mecha que encendieron los fuegos artificiales que convertirían el tradicionalmente deprimido barrio de Chueca en una zona de moda y tendencias, referencia obligada para cualquier turista que pase por la capital española, ya sea gay, hetero, lesbiana o lo que se le antoje.
Hoy despedimos a Shangay Lily, la persona que cambió la escena gay española para siempre, a las puertas de una corriente de neo-homofobia política que amenaza con arrebatarnos esta "naturalidad" por la que gente como Enrique luchó toda su vida.
Hasta pronto, Shangay Lily, hoy se nos ha ido uno de nuestros héroes, la próxima vez que paseemos por la noche de Chueca, celebrando lo enorme que es poder mostrar tu orientación con la frente bien alta, será inevitable no mirar a las estrellas y verte allí con tus mejores galas por un momento.
