La primera conferencia mundial LGTB+ de Reino Unido será en 2022
El primer ministro Boris Johnson ha nombrado a un nuevo "enviado especial" para los derechos LGBT+ que presidirá la primera conferencia mundial LGBT+ del Reino Unido en 2022.
Lord Herbert de South Downs, diputado conservador por Arundel y South Downs de 2005 a 2019, ha sido nombrado para "liderar los esfuerzos para defender la igualdad LGBT en el país y en el extranjero", según anunció el gobierno el domingo (16 de mayo).
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Herbert fue el primer hombre gay que fue elegido por el partido y anteriormente fue presidente del Grupo Parlamentario de todos los partidos sobre derechos LGBT+.
"Como enviado especial, Lord Herbert aglutinará el trabajo doméstico del gobierno y potenciará nuestro liderazgo global en materia de derechos LGBT+", dice un comunicado de prensa, "centrándose en el progreso de la reforma legislativa, la lucha contra la violencia y la discriminación, y la garantía de la igualdad de acceso a los servicios públicos para las personas LGBT+".
Herbert colaborará estrechamente con Liz Truss, ministra de la Mujer y la Igualdad, en los preparativos de la conferencia. El evento ha sido bautizado como "Safe To Be Me", y se centrará en la lucha contra la desigualdad LGBT+ en el mundo.
El Reino Unido se había resistido anteriormente a las peticiones de nombrar un enviado especial para el colectivo LGBT+, función que existe desde hace años en Estados Unidos y Canadá.
El cambio de opinión se produce cuando se acusa al gobierno conservador de alienar a la comunidad LGBT+ al abandonar las reformas de la Ley de Reconocimiento de Género y retrasar continuamente la tan prometida prohibición de las terapias de conversión.
Truss, en particular, ha provocado una profunda preocupación por sus "inquietantes" ataques a las personas trans y por no promover ni siquiera tener en cuenta los derechos de las personas LGBT+ en el extranjero a la hora de asegurar los acuerdos comerciales.
Los crecientes problemas llevaron a la sensacional dimisión de varios asesores LGBT+, que hablaron de un "ambiente hostil para las personas LGBT+ en esta administración".
Al anunciar los últimos planes, Boris Johnson afirmó: "Siempre me he sentido inmensamente orgulloso de vivir en un país que es uno de los más progresistas y liberales en lo que respecta a la igualdad LGBT+. La libertad de amar a quien quieras es un valor británico clave y un componente vital de cualquier democracia.
"Sin embargo, la pandemia ha exacerbado la desigualdad existente entre las personas LGBT+ en todo el mundo, siendo la violencia y la discriminación una realidad cotidiana para algunos. El gobierno del Reino Unido, junto con nuestros socios internacionales, cree que es el momento de emprender una acción colectiva y global."
El papel de Herbert como enviado especial tiene como objetivo aprovechar la influencia global del Reino Unido en la promoción de los derechos LGBT+ en el extranjero, como no lo ha hecho Truss.
"Con nuestro inmenso poder blando, y como fuerza global para el bien, el Reino Unido tiene un importante papel que desempeñar en el liderazgo de los esfuerzos internacionales para hacer frente a la violencia y la discriminación contra las personas LGBT+, que no deberían tener lugar en el mundo moderno", dijo Herbert.
"Estoy comprometido con la causa de la promoción de los derechos LGBT+ en todo el mundo y espero seguir haciéndolo en mi papel de enviado especial del Primer Ministro y como presidente de la conferencia mundial LGBT+.
"En un momento en el que la COVID nos ha separado a muchos, la conferencia ofrece una oportunidad real de unir a la gente e impulsar el cambio para bien".
Sus buenas intenciones se vieron un tanto socavadas por los recientes comentarios de otro nuevo miembro del gobierno, el director de la Comisión de Igualdad y Derechos Humanos, que dijo el sábado que era "totalmente razonable" cuestionar la identidad de género de las mujeres trans.
Su comisión ha apoyado de forma controvertida el recurso de Maya Forstater, una mujer que intentó y no consiguió convencer a un tribunal laboral de que su negativa a aceptar que las mujeres trans son mujeres debería ser una "creencia filosófica" protegida.
