La ventana rota de Chris Brown

Chris Brown estuvo ayer con el pistoletazo de salida de la promoción de su nuevo disco 'F.A.M.E', que según él puede significar dos cosas: 'Fans Are My Everything' o 'For All My Enemies'. Su plan de marketing se convirtió en el perfecto ejemplo de cómo no lanzar un disco. Empezó el día con una entrevista en 'Good Morning America' en la que le preguntaron por el altercado que tuvo con Rihanna hace dos años y él, en lugar de hacer un acto de contrición se puso chulito y dijo que era el día de su album y quería centrarse en ello. La presentadora insistió un poquito y el se puso de lo más nervioso.

Toda la tensión acumulada la soltó después, a la vuelta de la performance, en su camerino, rompiendo una ventana de un puñetazo. Las pobres chicas de maquillaje y peluquería alertaron a la seguridad del edificio tras ver a Chris Brown entrar como un loco en el camerino, gritando y finalmente estallando un cristal. Había echado toda la promoción a perder al negarse hablar del tema pero remató la jugada confirmando su carácter irracional y violento. Horas después intentó solucionarlo.

Primero jugó una partida de baloncesto en plan callejero (con hasta 4 guardaespaldas vigilando, como en cualquier partido de amigos en la calle), suponemos que para dar una imagen de chico deportista y saludable. Más tarde se fue con su nueva novia, que nadie conocía, a una galería de arte. Suponemos también que para dar imagen de chico sensible e interesado por el mundo de las artes. Todo le quedó muy forzado porque ya ha demostrado que donde más cómodo se siente es en el papel de niñato que filtra fotos de su aparato reproductor y enseña abdominales cada vez que puede. Como el típico tonto de la clase que tenía el pito grande y lo enseñaba a todas horas.
Y aquí las fotos de su día promocional:



Chris Brown echando la partidilla y saliendo de su performance a pecho descubierto.





Con su nueva Rihanna.