Lady Gaga en Barcelona con su "Ópera Rock"
Lady Gaga triunfo anoche en el Palau Sant Jordi de Barcelona pero ni mucho menos me convenció en absoluto. Lo primero que llama la atención es que diga que su 'Monster Ball' es una ópera rock (de hecho la nota de prensa dice que es la primera Ópera Rock). Pues no, no es una ópera, ni mucho menos. No tiene hilo conductor, ni argumento, ni nada, es un batiburrillo pop. Una ópera rock es el 'The Wall' de Pink Floyd y ahora de Roger Waters en solitario. Pero no nos vamos a detener en tecnicismos.
Está claro que Lady Gaga es de lo mejorcito que hay en el Pop actual, por su arranque, su overload de éxitos en poco tiempo y por su oferta audiovisual pero nos vemos con la responsabilidad de poner las cosas en su sitio: Lady Gaga no es desprejuiciada es una chica forzada a serlo y que anima a todos sus fans a serlo, pero se pasa. En el concierto de anoche repitió mil y una veces que cada uno podía ser lo que quisiera y sí, ese es un mensaje que está bien, pero no es necesario ser rebelde siempre y cuando se es rebelde por pose pasa lo que pasó anoche. Cientos de personas con pelucas de despedida de soltera.
Empezó con un trallazo tecnotrónico, un vídeo de introducción a 'Dance In The Dark' y la verdad es que le quedó muy guay, mucha energía y mucho despliegue de medios. Cuando cayó el telón... Dios mío, si es Madonna en los MTV EMAs de 2005...
Superada la impresión siguió el espectáculo. Esto no es una comparación con Madonna, es obvio que hubo muchos más refritos en el concierto pero esta crítica no va a ir por ahi. La cosa siguió su curso y se interrumpió mogollón de veces para cambios de vestuario y discursos de Lady Gaga que en algunas ocasiones daban vergüenza ajena. El momento lloro fue muy fuerte porque hay actrices de 'DVD Release' que lloran mejor y cuando dijo que todo lo que hace no lo hacía por dinero ya parecía un gag cómico.
Cada dos versos decía 'Pequeños Monstruos' y cosas así, que oye, está muy bien que la muchacha se aprenda en español algunas cositas para decirlas a su público. Su público que en mayoría andaba extasiado viendo algunos refritos de la chica más que nada porque no conocen los originales. Y esto no tiene nada de malo, no tiene la gente porqué ponerse a ver conciertos de Bowie, Queen, Madonna o Grace Jones antes de ir a ver uno de Gaga. Y seguramente ahí resida su éxito, en haber conectado con una nueva generación para la que las cosas no existen si no están en YouTube.
Con todo esto, no hay duda de que Lady Gaga es la artista más influyente del Pop en estos momentos y de que es una chica hiper trabajadora que se ha ganado todo lo que tiene a pulso. También es cierto que igual que Tarantino, ella está en su derecho de crear algo nuevo a partir de influencias de otros sitios y seguramente con sus próximos discos consiga un repertorio sólido para hacer una gira completa.
