Las lesbianas no están siendo borradas por las personas trans
Un académico se ha opuesto a las afirmaciones de que las lesbianas están siendo borradas de la sociedad, afirmando que la narrativa forma parte de un movimiento más amplio de la derecha para "fracturar" a la comunidad LGBTQ+.
El Dr. Finn Mackay, catedrático de sociología de la Universidad del Oeste de Inglaterra, declaró que los problemas compartidos por lesbianas y feministas no servirán de nada "alimentando una agenda conservadora que desea dividir y, en última instancia, borrar a todo el movimiento y las comunidades LGBTQ".
El suicidio sigue siendo alto entre las personas trans
Martina Navratilova dice que las mujeres trans no pueden ser lesbianas en un arrebato en las redes sociales
En los últimos meses y años, la afirmación de que las lesbianas están siendo borradas de la sociedad ha ganado terreno en las redes sociales. En particular, se ha difundido la idea de que se está animando, o forzando, a las lesbianas jóvenes a convertirse en hombres trans.
Las refutaciones de Mackay se producen días después de que Kathleen Stock y Julie Bindel lanzaran The Lesbian Project, una nueva iniciativa de exclusión trans que, según ellas, "pone de relieve y defiende las experiencias, percepciones y sensibilidades de las lesbianas en toda su diversidad".
La pareja, de gran notoriedad, ha suscitado polémica por sus opiniones contrarias a los transexuales, y se teme que el nuevo proyecto sea utilizado por algunos como medio encubierto para promover puntos de vista contrarios a los transexuales y otras narrativas perjudiciales para la comunidad.
Desde su lanzamiento, las dos mujeres han aparecido en diversos medios de comunicación, como Woman's Hour, The Guardian, LBC y The Telegraph, para hablar de cómo supuestamente se silencia a las lesbianas.
Bindel, en particular, causó indignación en las redes sociales por una aparición en GB News en la que afirmó que las lesbianas están siendo "agrupadas" con "personas atraídas por menores" -es decir, pedófilos- bajo el paraguas LGBTQ+.
"Los individuos que han creado el grupo son abiertos sobre sus puntos de vista, sus puntos de vista de exclusión trans", dice Mackay.
"Lo han dicho abiertamente y han hecho campaña a favor de la exclusión de los transexuales de distintos ámbitos de la vida pública y la cultura. No lo ocultan.
"La gente podría sumar dos más dos y decir que [Stock y Bindel] son abiertamente activistas y defensores de la exclusión trans, y ahora han creado este grupo.
"Consciente o inconscientemente, este grupo tendrá movimientos que intentarán fracturar y dividir al movimiento LGBTQ+".
A lo largo de su carrera, Mackay ha pasado décadas trabajando en el activismo feminista -viviendo durante algún tiempo en un campamento de paz para mujeres en Yorkshire- y su reciente libro examina los antecedentes y el contexto de las "guerras de género" que barren el discurso internacional.
A partir de su experiencia moviéndose en estos círculos y áreas de investigación, Mackay hizo referencia a la pérdida de espacios lésbicos autoorganizados y de base en las décadas de 1990 y 2000, así como a la marginación más amplia de las lesbianas en el movimiento por los derechos de los homosexuales.
Tengo mis dudas sobre si este nuevo grupo pretende rectificar esta situación o si ha surgido simplemente como reacción a lo que consideran "demasiados derechos" para las personas trans", afirman.
Añadiendo que hablar de esos temas ahora, "en un momento en que las fuerzas de derechas desean fragmentarse", es "peligroso".
El enemigo de tu enemigo no es tu amigo
La socióloga señala que hay problemas específicos a los que se enfrentan las lesbianas, como la misoginia y la homofobia, y necesidades de la comunidad que a menudo se entrecruzan con cuestiones feministas porque "las lesbianas tienen un interés en todas esas preocupaciones".
Sin embargo, Mackay afirma que "estar en un búnker cada vez más pequeño" no es beneficioso.
"Aliarte con un grupo más amplio que desea invisibilizar y borrar a toda tu comunidad", en referencia a los grupos extremistas conservadores y religiosos que suelen acudir a las concentraciones antitrans, "no te va a hacer ningún favor. No va a ser una victoria para ti".
"El enemigo de tu enemigo no es tu amigo", añade Mackay.
