Las mejores posturas sexuales para un orgasmo anal
¿Eres PASIVO? Aquí están las 5 mejores POSTURAS para llegar al ansiado ORGASMO ANAL.
Hoy en CromosomaX seguimos dándote consejos para tener el mejor sexo gay. Sabemos que la práctica está mejor y es mucho más interesante, pero nunca viene mal recibir un poco de teoría. Y hablando de recibir, hoy queremos centrarnos en recibir el mayor placer posible si eres pasivo. Llegar al orgasmo anal no es fácil, aunque ya te hemos dado consejos para acercarte a este clímax tan explosivo y placentero. Hoy vamos a centrarnos en descubrirte cuáles son las mejores posturas sexuales para un orgasmo anal.
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En primer lugar tenemos que recordarte que tener un orgasmo anal gay es posible, ya que en el interior de tu ano está el punto G de los hombres y ahí es donde se puede llegar a estimular la próstata. Los heteros que no quieren que nada entre por ahí o los activos 100% no saben lo que se pierden por los prejuicios.
Hablemos ahora sobre las mejores posturas sexuales para un orgasmo anal
¿Cuál es la posición idónea para llegar al orgasmo anal?
Cuando te dábamos consejos para tener un orgasmo anal explosivo ya te revelábamos que, por cuestiones físicas, la postura que se suele recomendar es que estés tumbado y boca arriba. La explicación lógica a esto es que cuando estás tumbado tu cuerpo se relaja y se encuentra en un estado natural, en completo equilibro. Esta tranquilidad de tu cuerpo te ayudará a potenciar un orgasmo. Al estar tumbado y boca arriba deberás poner tus piernas en alto, para lo cual lo más cómodo será que las apoyes en los hombros de tu compañero de sexo gay mientras tu penetra. Esta posición y la gravedad ayudarán a que tu pene y tu próstata lleguen al orgasmo anal.
Otras posturas para llegar al orgasmo anal
El tirachinas es otra postura un poco más exigente y menos cómoda para el pasivo, pero puede llevarte al orgasmo anal En lugar de estar tumbado por completo, solo deberás apoyar cabeza y hombros en la cama o en la superficie que sea, levantando el resto de tu cuerpo apoyándote en tus pies y facilitando que el activo pueda penetrarte en una posición similar a la que tendrías si estuvieras tumbado. Al igual que entonces, el contacto visual os dará ventaja y el activo podrá estimular tu pene al mismo tiempo que tu pungo G. El problema que tiene esta postura es mantenerte durante mucho tiempo en ella, ya que tras unos minutos te cansarás con facilidad.
La postura de cheerleader solo está al alcance de unos pocos gays muy flexibles, pero puede ser la bomba si te encanta disfrutar de la penetración anal. El pasivo, recostado y apoyándose en una mano, ha de levantar la pierna contraria por completo hasta ponerla en vertical o casi, dejando vía libre para que el activo pueda penetrarle sin complicaciones. Una vez más, el pene del pasivo queda a la vista y al alcance del activo, que puede y debe tocarte para estimularte todavía más.
El balancín es otra posibilidad para el orgasmo anal, más tradicional y quizás más complicada pero no imposible. La postura puede ser cómoda para ambos, pero llegar al orgasmo anal es más sencillo con otras posiciones. Deja que el activo se tumbe por completo boca arriba y siéntate encima de su pene, recostándote hacia adelante y apoyando tus brazos por detrás de su cabeza. En la curva que haces está el secreto para llegar al orgasmo anal. Es una postura que no suele ser dolorosa y puede ayudarte a alcanzar el clímax. Un factor que también has de tener en cuenta es el de la forma del pene del activo, ya que los penes notablemente curvados pueden suponer un extra a la hora de estimular tu punto G de una manera más intensa y placentera si cabe.
El perrito es una de las posturas más populares en el sexo anal y un clásico en el sexo gay. El activo tiene a su alcance todo el cuerpo del pasivo, y el pasivo puede controlar la velocidad e intensidad de la penetración con sus movimientos, lo cual puede ayudarle a llegar al orgasmo anal sin tocar su pene. Si cambias el punto de vista, puedes probar la postura de la doma: el activo tiene que sentarse y el pasivo sentarse en su pene de espaldas a él, controlando el ritmo de la penetración y llegando hasta el punto que desee. El activo podrá estimular otras partes del cuerpo del pasivo, para que se relaje y reciba más placer.
Recuerda siempre que lograr un orgasmo anal en hombres no se suele conseguir a la primera, pero no te rindas ni te desanimes y sigue intentándolo, ya que este placer solo lo consiguen unos pocos afortunados entre los cuales puedes encontrarte tú. Ten en cuenta los pasos que ya vimos en artículos anteriores: los preliminares son fundamentales, el pene del activo tiene que estar erecto por completo y muy duro, un masaje en la próstata usando sus dedos o los tuyos también ayuda, y el llegar al límite del orgasmo pero nunca sin pasarse de la línea. Con estos consejos y probando estas posturas para el orgasmo anal seguro que lo conseguirás, y tendrás que darnos las gracias. De nada, querido lector.