Lo que supone ser gay de mediana edad

La cultura gay está obsesionada con la juventud. Eso no es una noticia de última hora.

Sin embargo, ni siquiera los homosexuales más glamurosos han descubierto cómo parar el reloj biológico y detener el proceso de envejecimiento.

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Hace poco cumplí 40 años y me vi obligado a reconocer las grandes expectativas que conlleva este cumpleaños. Después de recordar que los cumpleaños son simplemente marcadores temporales que utilizamos para recordarnos a nosotros mismos, y a los demás, que seguimos aquí ocupando espacio, me puse a pensar en todas las cosas que nadie te cuenta sobre convertirse en un hombre gay de mediana edad.

Para empezar, no recibes una notificación por correo electrónico o teléfono recordándote que tienes que cambiar tus etiquetas y tribus de Grindr de twink, twunk o cub a bear, daddy o zaddy, para los que seáis un poco más arrogantes.

¿Planeas quedar para tomar algo con un chico de la aplicación de citas? Prepárate para gastar más dinero del previsto cuando descubras que no solo tienes que pagar tus propias bebidas, sino también la cuenta del tío bueno con el que esperas quedar. Las proféticas palabras de sabiduría de Carrie en la primera película de Sexo en Nueva York: "Disfruta. Para eso están los 20. Los 30 son para aprender las lecciones. Los 40 son para pagar las copas".

No existe una guía gay que indique la edad adecuada para añadir una crema de retinol a su rutina de cuidado de la piel -en lugar de esperar hasta los 30 o 40 años, algunos expertos en belleza recomiendan empezar a los 20- o que le ayude a decidir si las inyecciones antiarrugas, los rellenos dérmicos o procedimientos más invasivos son adecuados para ti.

Una visita a la consulta del dermatólogo en vísperas de mi cumpleaños reveló que mi piel está en buen estado (gracias a la genética), pero que debería plantearme renovar mi crema hidratante y utilizar un protector solar a diario. A pesar de lo que puedas haber oído, la piel negra también necesita protección solar. 

Pero espera... ¡hay más! Prepárate para un metabolismo más lento, un aumento de peso y tus primeras canas brotando de la cabeza, la nariz, la barba y, me atrevería a decir, por debajo de la cintura. Buenos tiempos.

Más allá de las consideraciones superficiales que conlleva envejecer siendo gay, hay cuestiones más profundas que van directamente al meollo de la cuestión.

Está la vergüenza que a veces invade a los solteros perpetuos y el temor persistente a no encontrar nunca la pareja adecuada. O el estrés de mantener viva la chispa si estás emparejado y considerar opciones creativas como una relación abierta.

Con pareja o sin ella, es difícil encontrar a muchos hombres gays dispuestos a hablar abiertamente de los sentimientos de soledad con los que luchan a medida que envejecen. No dejes que el silencio te engañe: la epidemia de soledad gay es real y puede alimentar la ansiedad, la depresión y las ideas suicidas.

En una cultura que tiende a desvalorizarte si no eres joven y emergente, ¿cómo se supone que los hombres homosexuales maduros tienen que enfrentarse al hecho de despertarse un día y darse cuenta de repente de que son invisibles e irrelevantes dentro de su propia comunidad?

Pero no todo es pesimismo. Ser gay de mediana edad tiene sus ventajas.

A cierta edad, uno empieza a sentirse más cómodo en su propia piel y adquiere una nueva sensación de confianza y paz interior. Ya no tienes que demostrar nada a nadie más que a ti mismo. Incluso puedes intentar adoptar el mantra: Esto es lo que soy. Lo tomas o lo dejas. Lo amas o lo odias. ¿Cuánta mierda me importa? Ninguno.

También te das cuenta de que envejecer es un privilegio que muchos gays de generaciones anteriores nunca tuvieron. Los primeros días de la epidemia del VIH desempeñaron un papel fundamental en la actual obsesión de la cultura gay por el aspecto físico. Estar en forma era una forma de que los gays portadores del virus no fueran vistos como enfermos. El VIH/SIDA arrebató el futuro a demasiados de estos hombres en lo que debería haber sido la plenitud de sus vidas. Un poco de perspectiva para la próxima vez que te veas a ti mismo restándole importancia a tu edad.

Tal vez lo mejor de ser gay y envejecer con gracia sea que puedes redefinir lo que significa para ti envejecer como gay. Eso requiere valentía y rechazar expectativas heteronormativas como casarse, tener hijos y poseer una o varias propiedades, así como las problemáticas actitudes centradas en la juventud que impregnan a la comunidad LGBTQ2+. A mí me parece bastante liberador.

Si no has oído hablar de los Old Gays, te lo estás perdiendo.

Este cuarteto de homosexuales de edades comprendidas entre los 60 y los 70 años comparten un hermoso vínculo de amistad y se han convertido en estrellas de las redes sociales en los últimos años gracias a sus vídeos virales. Verlos disfrutar de la vida y divertirse debería dar esperanzas a gays de todas las edades.

En una entrevista en un programa, Jessay Martin, uno de los miembros del grupo, reveló: "He llorado, y han sido lágrimas de alegría. Es como si estuviéramos marcando la diferencia en estos jóvenes y también en algunas personas mayores. Ellos también se sienten bien. Es un win-win para ellos, un win-win para nosotros.

"Los homosexuales mayores no son diferentes de los jóvenes", añadió.

Bien dicho.