Los clichés homófobos de la Navidad
¿Cuántos de estos CLICHÉS HOMÓFOBOS has vivido en NAVIDAD?
El Huffington Post ha sacado a la luz un tema muy acorde con las fiestas que se nos vienen encima: la homofobia en las fiestas familiares. Es un tipo de homofobia que no tenemos que aguantar todo el año y que probablemente la vivamos con personas que no nos importa demasiado (un primo segundo o un tío al que nunca vemos nos da bastante igual), pero es importante remarcarlo, porque no por ello debemos dejar que los homófobos sigan erre que erre fastidiándonos las fiestas.
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¿Cuáles son los clichés homófobos en Navidad? Aquí van unos cuantos:
- Que te pregunten por tu novia
No, ni vas a tener novia ni han de dar por hecho que te gusten las chicas. Esto no va de discriminación positiva, sino de respeto. ¿Por qué esa obsesión con que todo el mundo tenga pareja en todo momento? ¿Y por qué tiene que ser del otro sexo? Familiares del mundo, preferimos que os calléis algunas veces. Y si quieres dar un momento para recordar de la cena, sal del armario y que dejen de preguntar. ¡Pesados!
- Que te llamen solo para decorar
Como eres mariquita, seguro que se te da estupendamente decorar y puedes dejar la casa preciosa. Error. El cliché del homosexual sensible es eso, un cliché. Porque no vivamos encorsetados como muchos otros hombres no quiere decir que todos tengamos un gusto excelente en la ropa y la decoración así que no, no somos 'Cámbiame' ni el anuncio de 'H&M' de Katy Perry.
- Que no inviten a tu pareja por ser de tu mismo sexo
Esto ya es un nivel de homofobia que pocas personas viven pero que aún sigue latente. Las familias más grandes, que organizan cenas multitudinarias y justamente se olvidan de tu pareja. ¿Vergüenza, quizás? Cada caso es un mundo, pero debes exigir que te traten igual que tratan a las parejas heteros.
- Que si la invitan, lo presenten como "tu amigo"
Y esta es aún peor: que le inviten pero os presenten como amigos. Esto no siempre viene desde un lugar de maldad, muchas veces lo hace la familia por no herirte, pero debes dejar claro que es tu novio, tu compañero, tu amante, llámale como quieras, pero es tu decisión.
Y ahora, ya estás un poco más preparado para sobrevivir a las cenas navideñas que probablemente se te hagan un mundo. O no, y disfrutas con tu familia como te dé la gana.
