Los derechos LGBT en Sudáfrica ¿han mejorado?
Los derechos LGBT en Sudáfrica ¿han mejorado?
Actualmente vivimos un momento convulso para todos los derechos humanos en el mundo. Mientras cada vez más países defienden a las minorías y mejoran las condiciones de todas las personas, siempre con el objetivo de igualar derechos tanto de hombres, como mujeres, como personas LGBT o de diferentes razas, también tenemos que lidiar con países que están totalmente en contra de la libertad. Países en los que sus dirigentes consideran que debería ser legal torturar y matar a personas por querer a alguien por el mismo sexo o por ser de una raza o un género concreto.
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Sudáfrica es uno de esos convulsos países en los que la realidad que más de cerca nos toca, la LGBT, es más confusa que nunca. La semana pasada compartíamos la noticia de unos policías que decidieron humillar a una pareja de homosexuales que tenían sexo en un coche grabándoles en vídeo y compartiéndolo en el mundo a cara descubierta. Este tipo de abusos son los que provocan que los homosexuales no puedan tener relaciones en casa ni en hoteles, sino en lugares completamente aislados por el miedo que tienen a las autoridades.
También recientemente una pareja de lesbianas que se habían casado fueron torturadas, golpeadas y finalmente asesinadas solo por eso: por quererse y por no tener miedo a decirlo.
Pero, irónicamente, Sudáfrica, un país de contrastes, tiene una historia con los derechos LGBT: en 1994 se legalizó el sexo entre hombres y en 1996 fueron los primeros en ofrecer protección a las personas LGBT, lo que culminó, 10 años después, en la legalización del matrimonio gay en 2006.
¿Cuál es el problema? Las zonas rurales en las que aún está bien visto que violen a chicas lesbianas para "corregir" su homosexualidad. Como siempre, al final es una cuestión de educación y cultura. Las zonas más pobres y con menos recursos siguen creyendo que la homosexualidad es un problema y no se dan cuenta que el problema lo tienen ellos. Por eso es importante sensibilizar a la sociedad, luchar por la igualdad de derechos desde un principio y hacer entender que la orientación sexual nunca ha de ser motivo de odio.