Los legisladores senegaleses redactan leyes más duras contra el colectivo LGBT

Un grupo de legisladores senegaleses ha redactado un proyecto de ley que endurecerá las ya represivas leyes contra las relaciones entre personas del mismo sexo, alargando las posibles penas de cárcel para los condenados por actividades LGBT+, dijo el lunes uno de los legisladores.

Las relaciones sexuales entre homosexuales ya están castigadas con hasta cinco años de cárcel en Senegal, donde las detenciones y los procesamientos han aumentado considerablemente, según un estudio realizado en 2020 por la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersexuales (ILGA).

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El legislador Alioune Souare dijo que había ayudado a redactar una actualización de la legislación anti-LGBT+.

"Esperamos presentar la propuesta al Parlamento antes del fin de semana", dijo a Reuters.

El proyecto de ley alargaría las penas de prisión a entre 5 y 10 años y criminalizaría específicamente las actividades LGBT+. La ley actual se dirige a cualquiera que cometa un "acto contra natura" con personas del mismo género.

No está claro el apoyo que obtendrá el proyecto de ley en el Parlamento.

El activista senegalés del colectivo LGBT+, Djamil Bangoura, pidió a la comunidad internacional que presionara a las autoridades para que rechazaran la nueva legislación.

"Cuando se atacan las libertades individuales, en particular la más sagrada -la privacidad entre adultos que consienten-, queda poco tiempo para darse cuenta de que la democracia está en peligro", dijo.

Las relaciones entre personas del mismo sexo siguen siendo un tabú en muchas sociedades africanas socialmente conservadoras, donde algunos grupos religiosos las han tachado de importación occidental corruptora. Sólo es legal en 22 de los 54 países africanos y se castiga con la muerte o con largas penas de prisión en otros, según la ILGA.

En Senegal, los activistas LGBT+ también se enfrentan a campañas de desprestigio y amenazas de muerte, según el grupo internacional de derechos Amnistía Internacional.

La vecina Ghana también está estudiando una ley anti-LGBT+ que alargaría las penas de cárcel y obligaría a algunos a someterse a una "terapia de conversión" destinada a cambiar la orientación sexual de la persona.