Los Países Bajos podrían ser el próximo país en prohibir las terapias de conversión
Dos partidos de la coalición han propuesto un proyecto de ley para criminalizar la terapia de conversión en los Países Bajos.
Según el proyecto de ley, las personas que ofrezcan "terapia de conversión" a personas LGBT+ podrían ser sancionadas con multas de hasta 22.500 euros y un año de prisión.
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El proyecto de ley parece tener un apoyo mayoritario en el parlamento holandés, ya que está patrocinado por dos partidos de la coalición, D66 (Demócratas 66) y VVD (Partido Popular por la Libertad y la Democracia), y varios partidos de la oposición de izquierdas también han declarado su apoyo al proyecto de ley, como GroenLinks (Izquierda Verde), SP (Partido Socialista) y PvdD (Partido Laborista).
A pesar de ser la primera nación en legalizar el matrimonio gay en 2001, Holanda ha luchado por legislar la prohibición de la terapia de conversión. En 2019, los parlamentarios holandeses exigieron la prohibición de la terapia de conversión, pero el gabinete quería realizar más investigaciones sobre el tema antes de comprometerse con la política. En ese momento, los ministros prefirieron crear un código de conducta para las organizaciones religiosas, en lugar de legislar una prohibición absoluta.
Aunque los Países Bajos son conocidos por sus actitudes progresistas hacia las personas LGBT+, la terapia de conversión aún persiste en algunas comunidades. Un informe de 2020 reveló que hay unos 15 proveedores de terapia de conversión en los Países Bajos, la mayoría de los cuales están vinculados a comunidades religiosas.
El informe descubrió casos de terapia de conversión que se organizan a través de campamentos de vacaciones y talleres, "en los que una orientación no heterosexual se considera problemática y se intenta "remediarla"". Además, un cuestionario del Ministerio de Sanidad holandés reveló que casi un tercio de las personas LGBT+ encuestadas habían experimentado la terapia de conversión.
La diputada holandesa Jeanet van der Laan declaró: "Las prácticas medievales como la terapia de conversión no tienen cabida en los Países Bajos", y añadió: "La homosexualidad no es algo malo y, desde luego, no es algo de lo que haya que curarse".
El grupo de defensa del colectivo LGBT+ COC ha expresado su apoyo al proyecto de ley: "Ser tú mismo no es una enfermedad, que nadie te diga nunca que tienes que 'curarte' de ella. La curación LGBTQI es un mito, destruye a las personas. Eres bueno tal y como eres", declaró su presidenta, Astrid Oosenbrug.
En 1999, Brasil se convirtió en el primer país en prohibir la terapia de conversión. En las décadas siguientes muchos países siguieron su ejemplo, como Taiwán, India y Malta.