Los periodistas de la broma teléfonica de la casa real británica tienen un largo historial
Seguro que te has enterado de la desafortunada broma telefónica que dos presentadores australianos llevaron a cabo hace una semana. Engañaron a una infermera, haciéndose pasar por la reina Isabel II y el Príncipe Carlos, y consiguieron información privilegiada sobre el estado de Kat Middleton, ingresada por unos mareos debido a su reciente embarazo. La mujer, ante la presión de haber caído en la broma, se quitó la vida.
Pues bien Michael & Meg, los dos periodistas, se mantuvieron en la sombra hasta ayer, cuando dieron su primera entrevista, juntos, sin maquillar, llorando y diciendo cosas del tipo "ahora solo me gustaría abrazar a su familia". Según como se vea, habrá quién piense: "es una triste casualidad" y nosotros estamos muy en contra de prohibir ahora todas las bromas telefónicas. Pero el caso de esta radio, 2DayFM es muy diferente, ya que tienen un largo historial problemático: hace 3 años convencieron a un oyente para que llamara a su hermana y la convenciera de que su madre se estaba muriendo, y que llamara a emergencias. Lo hizo, y la broma cayó tan mal que tuvieron la primera investigación policial. Pero la cosa no quedó ahí. Ese mismo 2009, algo más creepy sucedió: convencieron a una adolescente para contar detalles sexuales a un detector de mentiras, consiguiendo que la niña reconociera que a los 12 años había sido brutalmente violada. De nuevo, se encontraron con otra investigación policial.
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Nosotros no prohibiríamos las bromas telefónicas ni de lejos, son divertidas y no tienen porqué causar daño, pero cuando tienes un historial de investigaciones policiales como esta cadena de radio, quizá sería momento de sentarse y pensar si lo que están haciendo es correcto.