Los problemas de las personas no binarias para contraer matrimonio
El escritor Tom Pashby reflexiona sobre su reciente ceremonia civil y sobre los obstáculos a los que se enfrentan las personas no binarias cuando se plantean el matrimonio o las uniones civiles.
Las bodas son posiblemente uno de los aspectos de la vida más binarios, un resabio de un pasado mucho más patriarcal.
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En la actualidad, existe una rica cultura de bodas queer, especialmente desde la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo en países como Gran Bretaña (en 2014) y Estados Unidos (2015).
Sin embargo, los matrimonios y las uniones civiles siguen teniendo muchos aspectos binarios, lo que supone una serie de retos para las personas no binarias como yo.
Por qué elegí la unión civil
Soy no binaria y agénero, y me hice pareja de hecho a principios de septiembre.
Mi pareja, una mujer cis, me propuso matrimonio en diciembre del año pasado y yo dije que sí. Lo habíamos hablado durante años, pero no habíamos superado la línea de estar realmente comprometidos.
Me emocioné cuando se arrodilló a primera hora de la mañana y mis gritos probablemente despertaron a otros huéspedes del hotel en el que nos alojábamos.
Siempre supimos que queríamos una unión civil en lugar de un matrimonio. Yo sabía que quería uno antes de darme cuenta de que era no binaria, por lo patriarcal que es la institución del matrimonio.
Algunos se preguntarán por qué decidí celebrar una boda, teniendo en cuenta los aspectos de género binario de cualquier unión legal de dos personas.
Mi respuesta es que no todo gira en torno a mí, y que mi identidad de género no dicta toda la experiencia de mi vida. También se trata de mi pareja, y de mi deseo de tener una gran fiesta y una asociación formal que reconozca nuestro compromiso mutuo.
Mi cuadrúpedo agénero
Cuando llegó el momento de organizar una fiesta pre-boda -tradicionalmente llamada despedida de soltero- sabía que mi versión sería diferente. En parte porque no soy ni hombre ni mujer, y en parte porque la mayoría de mis amigos son mujeres y la mayoría son queer.
Un amigo que es genderfluid me sugirió que llamara a mi fiesta "cuadrúpedo agénero", una criatura de cuatro patas sin género, como alternativa a un ciervo.
Fuimos a Ámsterdam e hicimos *la mayoría* de las cosas que se esperan de una fiesta en la capital de los solteros de Europa Occidental, aunque nuestra única visita al Barrio Rojo fue cuando lo atravesamos accidentalmente mientras nos alimentábamos de la resaca en un paseo matutino de domingo.
La ceremonia de unión civil
Cuando llegó el momento de planificar nuestra ceremonia, mi prometida y yo leímos las opciones. Las palabras que utilizamos para nuestra unión civil son mucho más equitativas que las utilizadas en las ceremonias de matrimonio.
Deja claro que somos socios iguales en una unión. Pero hay muchos aspectos de la ceremonia y el banquete que se esperan tradicionalmente y que están condicionados por el género.
Por ejemplo, cómo íbamos a pasar por el altar y con quién (nos acompañamos mutuamente). ¿Quién da los discursos? ¿Y quién, si es que hay alguien, tiene el primer baile? Uno de nuestros proveedores nos preguntó si habría un "baile padre-hija".
La encargada del registro civil, que fue excelente, se refirió a mí inicialmente con los pronombres él/ella cuando mi pareja y yo repasamos la ceremonia en los 20 minutos anteriores a su celebración. La corregí y fue muy educada y me confirmó que utilizaría los pronombres ellos/ellas.
Si las identidades no binarias se reconocieran en la ley, y hubiera una mejor educación sobre los pronombres neutros de género, es de esperar que ese tipo de conversación no tuviera que producirse en el futuro.
Ahora mismo, el Reino Unido no reconoce la identidad de género no binaria en la ley, a pesar de los esfuerzos de los activistas. A pesar de la falta de reconocimiento, las uniones civiles no te obligan a elegir opciones de género binario. Por ejemplo, yo no tuve que elegir un título cuando rellené mis formularios, pero pedí Mx porque me gusta.
Uno de los aspectos de la boda que me sorprendió fue el papel de los proveedores para que el día fuera un éxito, especialmente el fotógrafo.
Hay muchas responsabilidades prácticas que a veces asume el fotógrafo, como asegurarse de que todo el mundo está alineado para lanzar confeti. A veces, este tipo de rituales pueden imponer los roles de género, o pueden ayudarte a cambiar la celebración de una manera más adecuada para ti como persona LGBTQ+. Nuestro fotógrafo fue estupendo al tratarnos por igual y no tratar de encasillarme en una caja masculina.
Espero que, a medida que más personas no binarias celebren bodas, la sociedad adopte nuevas tradiciones que celebren a las personas de todas las identidades de género que decidan unirse.
