Los retos de la comunidad gay para estos años
La hoja de ruta que todo gay debería seguir para luchar por nuestros derechos
Puede que en los últimos años pueda parecer que la lucha LGTB haya “muerto de éxito”, pues todavía hay gente que cree que ya no hay metas que alcanzar en la causa. No obstante, nada más lejos de la realidad. Todavía hay muestras de homofobia en muchos ámbitos de nuestra sociedad, y esto es algo que no debería pasarnos desapercibidos. Ya seas un activista de pro que está completamente inmerso en la lucha por la igualdad, o bien aún no hayas apoyado la causa en ninguna ocasión pero sí estás concienciado y te gustaría empezar a expresarte al respecto, te presentamos una serie de retos que no estaría de más tratar de rebasarlos en los próximos años.
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¿Cuáles son los retos para alcanzar la igualdad de género?
Empezamos con un tema controvertido, y es el de erradicar la homofobia dentro del propio colectivo. No puede ser que con todas las adversidades que hemos sufrido a lo largo de los años, algunos comentarios de personas del propio colectivo no hagan más que ponernos la zancadilla a nosotros mismos. Desde algo tan horrible como la transfobia, a algo que aparentemente puede ser menos hiriente como la plumofobia, el caso es que todas estas muestras de odio desde personas que aparentemente deberían saber de primera mano lo que se siente al ser juzgado por tu condición sexual, resulta cuanto menos grotesco. Pequeños gestos como no excluir determinadas actitudes en las redes sociales de ligoteo ya supone un gran paso para todos.
Podríamos medir lo avanzado que está un país viendo la reacción de sus habitantes al observar a una pareja del mismo sexo pasear mientras se dan la mano. Y es que visibilizar las relaciones LGTB tanto como las heterosexuales debería ser una acción en la que todos podemos formar parte. Lo que no se ve, no existe, así que el miedo a la hora de mostrar tus sentimientos en público hacia la persona a la que amas no hace más que ocultar una realidad de la que toda la sociedad debería formar parte.
Por supuesto, no deja de ser un punto relevante el hecho de defender los derechos de todo el colectivo LGTB. Esto es, luchar por la igualdad entre lesbianas, gays transexuales y bisexuales. Resulta espantoso reducir la causa únicamente a hombres gays que luchan por sus derechos, por lo que es necesario escuchar de primera mano a lesbianas, transexuales y bisexuales para mostrar nuestra diversidad y no copiar así actitudes del heteropatriarcado más rancio, ya obsoletas y caducas.
Como siempre, la educación es un punto fundamental en la lucha LGTBI, motivo por el cual promover la educación en los colegios e institutos permitirá que las nuevas generaciones cuenten con una base sólida desde la que construir su nueva vida libre de prejuicios. El simple hecho de que a una niña o a un niño le impartan una charla en su centro educativo sobre las diferentes identidades sexuales puede marcar la diferencia y hacer que ese joven pueda desarrollarse completamente y llegar a tener una vida feliz y acorde a la realidad. Por el contrario, la falta de información puede sumir a esa persona en un sufrimiento del que en ocasiones es muy difícil salir.
Como último punto, debemos ser conscientes de la realidad social que lamentablemente viven millones de personas en otros países. Y es que la lucha contra la homofobia no termina en los límites de nuestras fronteras, sino que debería extenderse alrededor del mundo. Parece increíble que la pena de muerte para personas LGTB esté a la orden del día en determinados países, incluso siendo muchos de ellos más cercanos de lo que podemos llegar a pensar. Mientras exista rechazo o exclusión en alguna parte del mundo, seguirá estando justificada cualquier reivindicación o muestra de apoyo al colectivo LGTB.
