Marruecos gay: los secretos de la vida gay en Marruecos
¿Cómo es ser GAY en MARRUECOS? Te contamos cómo es la vida para el colectivo LGBT en el país vecino.
Tan cerca y a la vez tan lejos. Cuando hablamos de país vecino siempre pensamos en Portugal o en Francia, o Andorra si nos apuras, pero pocas veces al que tenemos al sur. Marruecos es un destino turístico apreciado por muchas personas en España, que tienen a su alcance el conocer un país del norte de África sin necesidad de irse muy lejos ni gastarme mucho dinero. ¿Pero cómo es la vida gay en Marruecos? La pregunta correcta a hacernos en este caso sería: ¿hay vida gay en Marruecos? Empezaremos diciéndote que la foto que ilustra este artículo es una captura de una película queer marroquí que tuvo muchos problemas para salir adelante. Si buscas Orgullo Gay y Marruecos o términos similares no encontrarás nada. Hablemos del Marruecos gay: los secretos de la vida gay en Marruecos. Las noticias relacionadas que tienes a continuación ya dicen mucho de la situación en este país.
Venezuela gay: los secretos de la vida gay en Venezuela
Kenia gay: los secretos de la vida gay en Kenia
Una madre denuncia a su propia hija en Marruecos por besar a otra chica
Condenados a tres años de cárcel por ser homosexuales en Marruecos
Empecemos siendo francos: Marruecos no es un destino gay muy apetecible. Casos de homosexuales condenados a prisión por serlo son comunes en un país en el que la actividad sexual entre personas del mismo sexo es ilegal. El contraste en tema de derechos LGBT al cruzar el estrecho de Gibraltar es notable. En el año 2016 dos chicas fueron arrestadas en Marrakech por darse un beso, lo que generó gran controversia a nivel internacional. Finalmente fueron liberadas.
Derechos LGBT en Marruecos
Como te decimos, el sexo gay es ilegal en Marruecos. El artículo 489 del código penal de Marruecos criminaliza los actos sexuales entre individuos del mismo sexo, con castigos que pueden ir de los 6 meses de prisión y a los 3 años, además de multas entre 120 y 1.2000 dirhams.
La visión del colectivo LGBT en Marruecos está fuertemente influenciada por la moral islámica tradicional, que percibe a los homosexuales o a los travestis como símbolos de inmoralidad. Sin embargo, en algunos lugares las autoridades hacen la vista gorda y toleran la homosexualidad. Suelen ser resorts vacacionales como Marrakech, que están frecuentados por un elevado número de turistas.
Las parejas del mismo sexo no están reconocidas legalmente en Marruecos: ni parejas de hecho homosexuales ni matrimonios igualitarios están cerca de ser una realidad en este país.
Las leyes de Marruecos no protegen en ningún sentido a las minorías LGBT. La mayor parte de los ciudadanos marroquís fueron educados en la creencia de que la homosexualidad y la identidad de género son símbolos de la decadencia de occidente y de inmoralidad, y el gobierno no cree conveniente tratar estos temas.
Gobierno y colectivo LGBT en Marruecos
Ningún partido político en Marruecos ha hecho nada a favor de los derechos LGBT. No existe legislación al respecto. La actitud del gobierno hacia la homosexualidad suele ser así porque tratan de proteger la tradición de su país, manteniendo las normas establecidas socialmente sobre el género, la religión, etc. Libros en los que se trata el tema de la homosexualidad están prohibidos en Marruecos.
El gobierno marroquí se opuso a la participación de un representante LGBT en una conferencia de la ONU en 2001 sobre el sida. También se opuso a una resolución de la ONU que condenaba las leyes homófobas y antigays.
Expresión de género en Marruecos
Culturas como la marroquí suelen asociar el travestismo con la homosexualidad, pero ciertos tipos de travestismo han sido tolerados en zonas en las que las mujeres no forma parte. Habrás visto esto en algunos documentales, en los que los papeles tradicionales de las mujeres los asumen hombres, que suelen ser educados para ello desde muy pequeños.
En los años 50 Casablanca era un lugar en el que alguns médicos estaban dispuestos a realizar operaciones de cambio de sexo, pero siempre de manera clandestina. No sabemos qué opina el gobierno del colectivo trans hoy en día.
¿Cómo es ser gay en Marruecos?
La sociedad marroquí está marcada por el dominio del hombre y el heteropatriarcado. El hombre y la mujer tienen que casarse y tener hijos. Los homosexuales son arrestados públicamente, a veces sin que incumplan ninguna ley y sin pruebas.
Fue muy comentado el caso que ocurrió en una pequeña ciudad marroquí llemada Ksar el-Kebir en 2007. Detuvieron a 6 hombres que habían violado el artículo 489 del código penal que citábamos antes, pero sus abogados defensores sostenían que la acusación no presentó ninguna prueba que demostrara que los hombres hubieran mantenido algún contacto sexual. Finalmente fueron condenados después de que un vídeo circulara por internet en el que se les veía en una fiesta privada, que algunos medios denominaron como "boda gay". Después de los arrestos, docenas de hombres y mujeres se manifestaron en las calles de la ciudad pidiendo que les castigaran. Ese es el nivel.
Otra anécdota que muestra cómo es ser gay en Marruecos es la controversia que generó un concierto de Elton John. El gobierno permitió que este cantante abiertamente gay actuara en un festival en el país en 2010, Mawazine Festival, pese a las quejas del partido de la oposición. El Rey Mohammed VI fue el impulsor de este festival, dentro de sus planes de crear un país más abierto y moderno. Lo tiene difícil
En Marruecos existe una publicación LGBT llamada Mithly, que es tolerada por el gobierno, al igual que la ONG LGBT que la publica, Kif-Kif. Mithly no tiene licencia de distribución y se realiza en España.
Lugares gay en Marruecos
A estas alturas te podrás imaginar que no hay muchos lugares gayfriendly o de ambiente en el país. Quizás en Marrakech sí puedas encontrar algunos, como Le Diamant Noir, VIP-Club, Le Pacha o Le Comptoir Darna y otros locales en la zona de la avenida Mohammed V. En la plaza de Yamaa el Fna hay cruising gay. Para alojarse lo mejor son los riads, muchos de ellos propiedades de europeos, más tolerantes que los marroquís por norma general.
