Me sacaron del armario en el colegio, ¡A la fuerza!
El día 11 de Octubre fué el Día Internacional de la Salida del armario, y la comunidad LGBT+ recuerda una vez más que la salida del armario sigue siendo un proceso necesario en la experiencia queer.
En un mundo ideal, no tendríamos que salir del armario, simplemente seríamos nosotros mismos sin que nadie lo cuestionara.
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Sin embargo, aunque todavía necesitamos días como el Día Nacional de la Salida del armario y aunque salir del armario sigue siendo algo que las personas LGBT+ tienen que hacer, "salir del armario" sigue siendo una realidad para algunos de nosotros.
"Sacar a alguien del armario es cuando una persona revela la identidad LGBT+ de otra sin su permiso. Esto puede ocurrir en forma de rumores o cotilleos, un desliz de la lengua, publicaciones en las redes sociales o incluso un gran anuncio, pero en mi experiencia, fue todo lo anterior.
Salir del armario era mi peor pesadilla cuando era una niña queer. Intentando averiguar qué hacer con mi recién descubierta identidad, me resultaba difícil encontrar a alguien en quien confiar la enorme noticia de que era transgénero. Era difícil incluso confesármelo a mí mismo, por no hablar de otras personas.
No estaba preparado
Por suerte, las otras personas LGBT+ de mi colegio me apoyaron y, cuando se lo conté a una de las chicas de mi clase, se quedó extasiada. Por fin había otra persona LGBT+ en nuestro grupo y se aferró a mí. Aunque su entusiasmo era de agradecer, me presionó para que saliera del armario ante el resto del grupo y corrió por ahí diciéndoles a las demás personas LGBT+ de nuestro curso que yo era transgénero.
No estaba preparada. Ni siquiera estaba preparada para iniciar una transición social. No sabía cómo decirles a mis padres que quería cortarme el pelo o llevar pantalones en el uniforme escolar en lugar de falda. Así que cuando mi grupo de clase se enfrentó a mí y me preguntó de qué iba todo esto de la transexualidad, me cerré en banda. Me obligué a volver al armario, negando mi identidad.
Sin embargo, esto provocó más acoso.
Muchas de las chicas de mi clase hacían un escándalo porque los profesores me llamaban mal, a pesar de no habérselo dicho todavía al colegio. Era desalentador: no tenía ningún profesor al que pudiera acudir para hablar de ello.
Muchos de los profesores, cuando les contaron mi situación, se negaron a creerme. Mis otros amigos que se cuestionaban su identidad de género recibieron apoyo del colegio, pero éste se negó a aceptar que yo fuera transexual o que tuviera problemas por haber salido del armario.
Al final tuve que dejar el colegio por varias razones, aparte de haber salido del armario y la falta de apoyo escolar, pero empezar de cero en un colegio nuevo era exactamente lo que necesitaba, donde pudiera salir del armario a mi propio ritmo.
Sin embargo, esto no fue el final de mi revelación. A los 15 años le conté a mi hermana que era transgénero y ella se lo dijo a mis padres. En cierto modo, fue una bendición disfrazada. A pesar de que me pilló desprevenida que mis padres me sentaran y me confrontaran sobre lo que les había contado mi hermana, me sentí aliviada de no tener que decirlo yo misma. Sin embargo, eso no significa que quisiera que me descubrieran. Nadie quiere que se revele su identidad sin su permiso. Fue una epinxperiencia aterradora, porque entonces no sabía si estaba en un hogar seguro para ser abiertamente LGBT+.
Los espacios seguros nos ayudan a darnos cuenta de que no estamos solos".
Hace más de 6 años que me declaré abiertamente transgénero. He conseguido perdonar a las personas que me delataron, como mi amiga de secundaria y mi hermana. Sin embargo, el miedo y la ansiedad nunca me han abandonado. Todavía me da miedo cuando alguien me pregunta si soy trans o si tengo que revelar mi identidad en encuestas o formularios de información. Sin embargo, he conseguido sobrellevar las secuelas y superar esas experiencias.
Si te han sacado del armario o estás intentando superarlo, te doy algunos consejos:
- No tienes que perdonar a nadie que te haya marginado. Ser LGBT+ en el clima actual da miedo. No sabes quién va a reaccionar con hostilidad o quién lo hará con los brazos abiertos. Es importante anteponer tu propia salud mental y tu bienestar físico a los sentimientos de los demás. Salir del armario puede ser peligroso y poner a la gente en riesgo de sufrir daños graves.
- Busca a alguien en quien puedas confiar. Puede ser un profesor, alguien del trabajo, un amigo, un familiar o incluso un terapeuta. Salir del armario puede provocar mucha ansiedad, miedo y grandes emociones, por lo que es fundamental hablar de ello con alguien que pueda ofrecer consuelo y aceptación antes de que empiece a desbordarse y causar mucho daño.
- Hay espacios seguros para ti. En el Reino Unido hay muchos foros y grupos especializados en ayudar a personas LGBT+ de todas las edades. La primera vez que sales del armario puedes sentirte muy solo, sobre todo si vives en un lugar con poca presencia LGBT+, pero los espacios seguros nos ayudan a darnos cuenta de que no estamos solos.
Salir del armario es un fenómeno que aterroriza a las personas LGBT+ de todo el mundo mientras se siguen debatiendo nuestros derechos. En este Día Nacional de la Salida del armario, es importante celebrar las experiencias felices de salir del armario, pero también concienciar sobre las situaciones demasiado comunes en las que se nos arrebata la autonomía de salir del armario.