Mi novio es bi-curioso, ¿debo dejarle experimentar?
Mujer heterosexual de treinta y tantos años. Mi novio y yo llevamos juntos unos cinco años, y tres viviendo juntos. Nuestra relación es buena. La comunicación es buena. El sexo es bueno. Sólo hay una cosa... Hace poco expresó su interés en hacer un trío conmigo y otro chico. Me pilló por sorpresa ya que nunca antes había mencionado nada sobre ser bisexual. Dice que nunca ha estado con otro hombre, pero que siempre ha sentido curiosidad. También dice que sólo le parece bien hacerlo si yo también estoy en la habitación. Aunque me alegra que se sienta cómodo expresándolo conmigo, no estoy segura de cómo me siento al respecto. La idea de estar con dos hombres a la vez suena excitante, pero lo que me pone nerviosa es la idea de verle realizar actos sexuales con otro hombre. Además, sé que probablemente sea irracional, pero ¿y si decide que le gusta más estar con un hombre que con una mujer? ¿Cómo puedo sentirme más cómoda con esto?
Un saludo a nuestras lectoras heterosexuales. Te reconozco el mérito de ser lo suficientemente abierta de mente como para considerar detenidamente la situación con tu novio y no cerrarle la puerta inmediatamente.
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Aquí está la cosa... Su hombre está definitivamente teniendo algunos sentimientos o deseos que quieren ser expresados. Si desterraras cualquier posibilidad de ellos, no haría que desaparecieran. En cambio, él podría reprimir esos impulsos, empujándolos hacia abajo muy profundo, que nunca es una buena cosa.
Según Healthline.com, "la represión puede contribuir a la angustia emocional y a los síntomas de salud mental, incluida la reticencia a actuar según los deseos sexuales, el miedo y la ansiedad relacionados con el sexo, la culpa asociada a los deseos sexuales y el duro autojuicio de los pensamientos sexuales".
Si no reprimió sus deseos, puede que se limitara a cortar la comunicación contigo sobre sus atracciones y a satisfacerlas a tus espaldas. La deshonestidad o la traición nunca conducirán a una relación satisfactoria.
Sin embargo, tu novio fue capaz de llegar a ti con algo extremadamente vulnerable, y quiere incluirte en lo que realmente está pasando con él. Para mí, esto es verdadera intimidad, ya que fue capaz de hacerte partícipe de algo personal en su evolución. Está claro que te quiere y te respeta lo suficiente como para hacer eso, ¡lo cual es increíble!
Dicho esto, tú tienes el mismo papel en esta asociación y puedes decidir lo que te parece bien o lo que te parece cruzar una línea. Si decides probar algo, presta atención a cómo te sientes por dentro y fíjate en lo que surge.
¿Sientes celos? ¿Enfado? ¿Tristeza? ¿Quizás te excita un poco? Tal vez, si te resulta demasiado incómodo verle realizar actos sexuales con otro hombre, aceptes que ambos se centren sólo en ti. Puedes decidir hasta dónde estás dispuesta a dejar que lleguen las cosas, y siempre reevaluar en cualquier momento. Lo más importante es mantener una comunicación continua sobre cómo os sentís los dos a lo largo de esta exploración.
Si verle obtener placer con otro hombre te produce sentimientos incómodos, sería una buena idea hablar de ello con un terapeuta. ¿Te sentirías igual si fuera otra mujer? Si no es así, ¿se debe simplemente a las construcciones sociales en torno a lo que los hombres pueden hacer, al contrario que las mujeres? Si lo analizas, quizá puedas resolverlo.
A fin de cuentas, si decide que le gusta más estar con un hombre que con una mujer, permitirle vivir esta experiencia no se lo habría impedido. Habría encontrado el camino. Prohibir un escarceo entre personas del mismo sexo sería simplemente poner una barandilla que prolonga lo inevitable. No se puede controlar el deseo sexual.
El objetivo de una relación sana es que ambos se sientan satisfechos sexualmente y, al mismo tiempo, sientan verdadera intimidad, amor y respeto el uno por el otro. Encontrar un terapeuta de pareja comprensivo y abierto podría ser un contenedor seguro para hablar de vuestros deseos, miedos y límites. Quién sabe, tal vez decidas que añadir otro hombre a la mezcla podría aportar algo excitante tanto para ti como para tu pareja. ¿Doble placer?