Polémica en València: Acusaciones de "Pinkwashing" en la Gestión del Orgullo LGTBI por el Ayuntamiento
En València, la polémica en torno a la gestión de las celebraciones del Orgullo LGTBI por parte del Ayuntamiento ha suscitado una fuerte reacción de la oposición. Tanto Compromís como el PSOE han alzado sus voces contra lo que consideran una estrategia de mercantilización y desvío de la atención de las reivindicaciones legítimas de la comunidad LGTBI.
Borja Sanjuán, concejal del Partido Socialista, ha sido uno de los más contundentes en sus críticas hacia la campaña del Ayuntamiento. Sanjuán ha denunciado que la iniciativa municipal utiliza el término "tolerancia" en lugar de "respeto", una elección de palabras que, según él, implica una percepción negativa de la comunidad LGTBI. "Cuando toleras algo es porque no te gusta o no te parece normal. Un ayuntamiento debe respetar y defender los derechos de la comunidad LGTBI, no simplemente tolerarlos", ha afirmado el concejal.
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El concejal socialista también ha señalado que la programación presentada por el Partido Popular (PP) busca eclipsar las celebraciones del orgullo organizadas por los colectivos LGTBI. Sanjuán ha criticado que, por primera vez, estas asociaciones no contarán con respaldo institucional, y ha acusado al Ayuntamiento de organizar una fiesta el 21 de junio para desviar la atención del evento principal del 28 de junio.
Lluïsa Notario, concejala de Compromís, ha calificado de "escandalosa" la apropiación del Orgullo por parte del PP. Según Notario, la estrategia del Ayuntamiento es clara: mercantilizar las celebraciones del Orgullo mientras se desprestigia y criminaliza a las entidades LGTBI. "Catalá solo quiere hacer caja con las personas LGTBI", ha asegurado Notario, añadiendo que las acciones del Ayuntamiento se limitan a "colorines, purpurina y eslóganes vacíos de contenido reivindicativo", lo que comúnmente se conoce como "pinkwashing".
Notario también ha acusado al Ayuntamiento de usurpar el trabajo de las entidades LGTBI. Según la concejala, las actividades propuestas por el consistorio carecen de un verdadero contenido reivindicativo y se centran únicamente en aspectos superficiales y festivos, desviando así la atención de las demandas y luchas de la comunidad LGTBI.
La gestión del Ayuntamiento de València en torno a las celebraciones del Orgullo LGTBI ha generado una fuerte controversia. Las críticas de Compromís y el PSOE señalan una estrategia de contraprogramación y mercantilización por parte del Partido Popular, que, según la oposición, busca desviar la atención de las legítimas reivindicaciones de la comunidad LGTBI. La respuesta del Ayuntamiento, que enfatiza aspectos festivos sin contenido reivindicativo, ha sido denunciada como una forma de "pinkwashing". Esta polémica pone de relieve la necesidad de un verdadero compromiso institucional con los derechos y el respeto hacia la comunidad LGTBI.