¿Por qué soy tan sensible?
Muchas veces he preguntado a mí mismo ¿por qué soy tan sensible? Mi naturaleza emocional me hace sentir todo más profundamente de lo que hacen otras personas. Esto a veces me lleva a sentirme excesivamente triste, alegre, enojado o abrumado. Pero también me da la capacidad de disfrutar de las pequeñas cosas de la vida y de conectarme con los demás.
Cuando miro a mi alrededor, veo que hay muchas personas que parecen ser duras y frías. Ellos pueden parecer inmunes a los sentimientos más profundos y a la compasión, mientras que yo me entrego a la emoción sin pensar. Esto me lleva a sentirme incomprendido y a veces hasta a sentirme como un extraño entre la gente.
Pero en realidad soy una bendición. Mis emociones me hacen sentir una conexión con el mundo que me rodea y también me permiten disfrutar de relaciones profundas. Además, mi sensibilidad me ayuda a ser más consciente de los demás, lo que me permite comprender mejor a los demás y ayudarles más.
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Aunque a veces puedo ser demasiado sensible, todavía me alegra saber que mis emociones me permiten conectarme con el mundo que me rodea, disfrutar de la vida y ayudar a los demás. Soy consciente de que soy una bendición para aquellos que me rodean, y eso me da la fuerza para seguir adelante.