¿Qué hace tan llamativo el aceite de CBD que causa furor en el país?
El cannabidiol es una sustancia presente en la marihuana que algunas personas la ven como una forma para lidiar con el dolor, rebajar la ansiedad y ayudar a dormir.
Lo característico del CBD es la ausencia de tetrahidrocannabinol (THC), el ingrediente psicoactivo que se encuentra en la planta de la marihuana. La forma más común de consumirlo es a través de un aceite, aunque también se puede ingerir en cápsulas, líquido vaporizado o incluso como flores.
Cosas que debes saber sobre el aceite CBD
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Actualmente es legal consumir CBD en el país, ¿pero a qué se debe el furor si no tiene el efecto psicotrópico? Lo curioso es que se ha empezado a usar para ayudar a lidiar con algunos malestares comunes, con unos resultados bastante eficaces en una gran parte de los consumidores.
¿Qué es el aceite de CBD?
Es un extracto de cáñamo o de la planta de la marihuana, el cual se diluye en otros aceites para reducir su concentración. En algunos casos, se mezcla con aceites ricos en Omega 3 o incluso de oliva, pero también se puede diluir en aceite de semillas de cáñamo. Independientemente del caso, se busca mantener las propiedades del CBD.
El aceite es bastante espeso y de un color denso si no se refina. Quedan restos significativos de la resina del cannabis también tienden a traer algunos efectos beneficiosos bastante leves, además de dotar a la mezcla de más aroma.
En realidad, no es mejor o peor el aceite de CBD refinado. Lo más importante es que el cannabidiol esté separado del THC y que la mezcla en la que se diluye no sea perjudicial para la salud con aditivos como azúcares en exceso.
Sus tipos
El CBD es una sustancia química, y se puede agregar a varios productos para consumirlo. Sin embargo, la forma más distribuida es en aceite por varios motivos: es fácil de suministrar, no tiene apenas aroma, la dosificación es controlada, y los efectos permanecen en el organismo durante varias horas.
Al hablar de tipos de aceite de CBD nos referimos a los porcentajes de concentración. Mientras mayor sea el porcentaje, más cantidad de cannabidiol va a haber en la mezcla. Esto implica que los efectos serán más intensos, tanto los positivos como negativos. Por ejemplo, este aceite CBD 10% tiene una parte de cannabidiol por cada nueve de aceite de semilla de cáñamo.
La duración de la sustancia en el cuerpo no cambia de forma significativa con el aumento de concentración, sino únicamente la intensidad.
El aceite de cannabis no es para todos
Es cierto que se está normalizando el uso de CBD para aliviar algunos problemas comunes. Suele ser una herramienta útil para disminuir el estrés, relajar las tensiones musculares, aliviar dolores intensos o prolongados, y hasta se ha demostrado que reduce de forma significativa las convulsiones.
Sin embargo, cada organismo es completamente diferente de los demás. Algunas personas tienen más receptores de CBD que otras, por lo que sienten los efectos con mayor intensidad; las personas con tensión baja tienden a sentir mareos; y los que sufren de enfermedades mentales tienen mayores posibilidades de experimentar el efecto contrario al deseado.
Los efectos secundarios del CBD son bastante habituales (mareos muy ligeros, pérdida de la concentración, relajación profunda), aunque los más preocupantes son infrecuentes. Además, la situación particular actual también podría ser el desencadenante de efectos secundarios indeseados, incluso si antes se había consumido.
El aceite de cannabis no debe ser utilizado como tratamiento para ninguna enfermedad, ya que no es un medicamento. En algunas enfermedades se usa para lidiar con los síntomas, con mayor o menor efectividad. En casos como la artrosis y la fibromialgia, o trastornos del sueño sí se recomienda bastante, pero no implica que sea una solución médica.
