¿Qué pasa si como mi misma sangre?
La ingesta de propia sangre es una práctica conocida como autocanibalismo, la cual se ha realizado desde hace muchísimos años. Esta práctica se ha visto en muchas culturas a lo largo de la historia, aunque los motivos para esta han variado. Desde el punto de vista de la salud, el autocanibalismo puede ser muy peligroso.
Si decides ingerir tu propia sangre hay que tener en cuenta que esta contiene toxinas, nutrientes y microorganismos que pueden ser dañinos para la salud si se ingieren en grandes cantidades. Si los niveles de toxinas, nutrientes y microorganismos son demasiado altos, se pueden desarrollar enfermedades graves, tales como infecciones, anemia, problemas de desarrollo y cáncer.
Si decides comer tu propia sangre, es importante asegurarse de que está limpia. Debe ser recogida de un sitio que no esté infectado y debe ser refrigerada para evitar la reproducción de microorganismos. Si estás tomando medicamentos, también es importante asegurarse de que no contenga ningún ingrediente activo que pueda interactuar con los medicamentos. Finalmente, hay que recordar que el autocanibalismo no se recomienda ya que puede ser muy peligroso para la salud.