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Review: 'Take The Crown', el retorno de Robbie Williams en solitario

¿CONSEGUIRÁ EL HIT QUE TANTO NECESITA?

 

 

Robbie Williams vuelve con 'Take The Crown', su noveno álbum y, desde luego, no es un álbum cualquiera. El contexto es muy concreto: tras fracasar estrepitosamente con 'Rudebox', lo intentó con un disco clásico y fácil, 'Reality Killed The Video Star', junto a Guy Chambers, que se comió un colín. El siguiente paso fue el retorno con Take That para un álbum y una gira, para después separarse de nuevo e intentar por enésima vez su comeback. ¿Será el retorno definitivo?

 

 

'Take The Crown' suena muy bien, suena moderno pero agradable, divertido y emocionante, actual pero con la seña de identidad de Robbie, unas letras y unos vocals muy marcados. La intro, 'Be A Boy' tiene tintes de Coldplay que le quedan de lujo al británico; mientras que 'Gospel' o 'Hey Wow Yeah Yeah' quieren mantener el rollito gamberro adolescente de 'Life Thru A Lens' con relativo éxito. 

El primer single, 'Candy' es, como bien dice su nombre, un caramelo, divertido y pegadizo, un tema uptempo sorprendentemente compuesto junto a Gary Barlow y con un estilo que combina lo clásico y lo moderno, que le ha devuelto a lo más alto de las listas, que buena falta le hacía. El nuevo single será 'Different', una sorpresa ya que no es lo más radio friendly, pero sí que es uno de los temas que más se enganchan al escuchar el álbum. No es 'Angels' ni 'No Regrets', pero no está nada mal.

 

 

La parte más electropop con tintes ochenteros llega con 'Shit On The Radio', uno de los temas que debería ser single sí o sí, ya que tiene unos sintetizadores de los que hacen historia. 'All That I Want' completa ese momento popstar que se guarda para sí Robbie y no queda nada mal.

El rollito rockstar deprimida se hace presente en 'Into The Silence', 'Not Like The Others' o 'Reverse', temas dramáticos, con mucha batería y mucho riff de guitarra a lo Coldplay en versión drama. Aunque si hay que sacar una balada con la que quedarse, sin duda sería 'Hunting For You', de lo más emotivo que podrás encontrar en el disco.

El dueto con Lissie, 'Losers', sumada a la demo de 'Eight Letters' de Take That interpretada solo por él al piano nos recuerdan que Robbie también tiene ese lado íntimo y cercano.

 

 

El resultado es un genial disco que toca diferentes géneros pero que mantiene la coherencia absoluta durante los 50 minutos que dura. Totalmente recomendable.

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