Rusia quiere ampliar la ley de propaganda gay

Los legisladores rusos están dispuestos a ampliar la llamada ley de "propaganda gay" para incluir a los adultos.

Los funcionarios asistieron a una sesión de la Duma Estatal el lunes (17 de octubre) para debatir la aprobación de las enmiendas a la ley de 2013, que prohíbe la distribución de lo que el país considera "propaganda LGBTQ+" a los menores de 18 años, bajo el castigo de multas o penas de cárcel.

Rusia anuncia un plan para ampliar la ley de "propaganda gay"

Los activistas advierten del peligro de la ampliación de la ley de propaganda gay en Rusia

Las enmiendas impondrían la prohibición de los medios de comunicación LGBTQ+ para adultos.

Sus partidarios afirmaron que el fortalecimiento de la ley ayudaría a la nación en su guerra contra Ucrania, mientras que otros dijeron que era el comienzo de un retroceso contra lo que consideran valores occidentales.

El presidente del comité de información de la Duma Estatal, Alexander Khinstein, dijo que la ley ampliada ayudaría a protegerse de una influencia occidental vagamente definida, y añadió que la "guerra no está sólo en el campo de batalla", sino que también está "en los teléfonos inteligentes de nuestros hijos, en los dibujos animados y en las películas".

"Nuestro enemigo tiene realmente la propaganda de la sodomía como núcleo de su influencia", continuó.

En la sesión del lunes, otros, como el presidente de la Duma, Vyacheslav Volodin, dijeron que la ley "protegería" a los rusos, añadiendo que "no es para limitar los derechos, sino para protegerlos de la propaganda".

El mismo día, el presidente Vladimir Putin ordenó al gobierno que destinara 3.900 millones de rublos al año a programas de educación "patriótica".

El sitio web del Kremlin explicó que esto incluye "contenidos digitales y productos multimedia destinados a la educación patriótica y espiritual de niños y jóvenes".

La ley de propaganda gay podría prohibir la literatura clásica rusa

Según la Unión Rusa del Libro, las modificaciones previstas para la ley de propaganda podrían suponer la ilegalización de la literatura clásica en el país.

En una carta abierta a Khinshtein, el grupo expresó su preocupación por el hecho de que la ley prohibiera varios libros, entre ellos Diablos, de Fiódor Dostoyevski, y La tormenta, de Alexander Ostrovski.

Khinshtein habría declarado a Kommersant que, aunque no ha leído la carta del RKC, confía en que las enmiendas no atenten contra la literatura clásica.