Se retrasa la prohibición de la terapia de conversión en Reino Unido

Los activistas LGBT+ han expresado su consternación tras conocerse que la consulta pública prevista por el gobierno sobre la terapia de conversión se ha retrasado.

El gobierno conservador ha prometido repetidamente prohibir esta práctica traumática, que ha sido desacreditada por todos los principales organismos psiquiátricos.

Reino Unido prohibirá la terapia de conversión

La prohibición de terapias de conversión en Reino Unido en peligro

En mayo, la reina Isabel II prometió que se presentaría una prohibición de las terapias de conversión durante su discurso de apertura del Parlamento.

Inmediatamente después, la Oficina de Igualdad del Gobierno dijo que la legislación avanzaría tras un proceso de consulta pública que "garantizaría que la prohibición puede abordar la práctica al tiempo que protege la profesión médica; defiende la libertad de expresión; y defiende la libertad religiosa".

La consulta pública debía iniciarse en septiembre, pero se ha retrasado varias semanas.

Ahora se cree que la consulta no podría iniciarse hasta finales de octubre, semanas después de lo previsto inicialmente.

Las personas LGBT+ "siguen en peligro" mientras la terapia de conversión sea legal

Stonewall, la principal organización benéfica del Reino Unido que defiende los derechos de las personas LGBT+, condenó el retraso en Twitter el sábado (25 de septiembre).

Es muy decepcionante que el Gobierno haya retrasado sus planes para prohibir la terapia de conversión. Mientras esta práctica bárbara sea legal, las personas LGBTQ+ siguen estando en peligro. El Gobierno debe fijar un nuevo plazo para la consulta lo antes posible. https://t.co/eofdaAJack

- Stonewall (@stonewalluk) 25 de septiembre de 2021

"Es muy decepcionante que el Gobierno haya retrasado sus planes para prohibir la terapia de conversión", escribió la organización, "mientras esta práctica bárbara sea legal, las personas LGBTQ+ siguen estando en peligro. El Gobierno debe fijar un nuevo plazo para la consulta lo antes posible".

La directora ejecutiva de Stonewall, Nancy Kelley, declaró que el gobierno debería fijar un nuevo plazo para la consulta pública "lo antes posible".

Jayne Ozanne, activista LGBT+ y superviviente de la terapia de conversión, dijo en un comunicado: "Estoy muy frustrada al escuchar un nuevo retraso en este largo camino para conseguir finalmente una prohibición de las prácticas de conversión, que las personas LGBT+ necesitan y el público espera. La demora no hace más que envalentonar a los autores y seguir causando traumas de por vida a sus víctimas. El gobierno sigue asegurando que "está trabajando a buen ritmo" en este asunto, pero hay que preguntarse a qué ritmo. Lo que se necesita es un sentido de urgencia mucho mayor y un compromiso con un calendario que nos asegure que la legislación se aprobará pronto. De hecho, muchos se preguntarán por qué nos molestamos en hacer una consulta cuando las pruebas del daño que causan las prácticas de conversión son claras y cuando se están poniendo en riesgo tantas vidas".

Mientras tanto, se informó que el gobierno ya ha estado en contacto con grupos LGBT+, organizaciones religiosas y "otras partes interesadas" antes de su consulta pública sobre la terapia de conversión.

Un portavoz de Equality Hub declaró: "Como líder mundial en materia de derechos LGBT, este gobierno se ha comprometido a prohibir la práctica de la terapia de conversión. Pondremos en marcha una consulta para recabar opiniones sobre nuestros planes para prohibir esta práctica de forma eficaz. En breve se anunciarán más detalles".

El retraso es solo el último revés en la larga lucha por prohibir la terapia de conversión en el Reino Unido. El gobierno de Theresa May prometió por primera vez prohibir esta práctica en 2018, pero más de tres años después, la terapia de conversión sigue siendo legal en todas las regiones del Reino Unido.

En los años transcurridos desde aquella promesa inicial, los ministros conservadores han prometido repetidamente que la legislación avanzará, pero también han dado repetidas patadas a la lata en el camino.

Las tensiones se intensificaron en marzo, cuando los miembros del grupo asesor del gobierno sobre cuestiones LGBT dimitieron, alegando que los conservadores habían creado un "entorno hostil" para las personas LGBT+.

Posteriormente, el grupo se disolvió por completo, mientras que Boris Johnson sugirió que la prohibición llevaría tiempo, ya que era una cuestión "técnicamente compleja".

Hubo preocupación entre los activistas LGBT+ cuando el gobierno anunció sus planes para una consulta pública en marzo, después de que un enfoque similar llevara la reforma del reconocimiento de género a un callejón sin salida.

En 2018, el gobierno del Reino Unido lanzó una consulta pública sobre los cambios propuestos a la Ley de Reconocimiento de Género (GRA), que habría simplificado y agilizado el proceso de reconocimiento legal de género para las personas trans.

Los resultados, que mostraron un amplio apoyo a la reforma, no se anunciaron hasta septiembre de 2020. Días después, el Gobierno anunció que desechaba los planes de reforma del GRA.