Sri Lanka acusado de torturas a presos LGTB+
El gobierno de Sri Lanka ha sido acusado de obligar a las personas LGBT+ a someterse a "pruebas" de virginidad anal y vaginal abusivas en un intento de probar su conducta homosexual.
Según un impactante informe de Human Rights Watch, al menos siete personas han sido obligadas a someterse a exámenes físicos "crueles, inhumanos y degradantes" desde 2017. Junto con la organización sin ánimo de lucro Equal Ground, Human Rights Watch pide que se ponga fin a los terribles exámenes, que han sido denunciados por la Organización Mundial de la Salud como una forma de tortura.
"Nadie debe ser arrestado, y mucho menos sometido a tortura y violencia sexual, por su supuesta orientación sexual", dijo Neela Ghoshal, directora asociada de HRW para los derechos de los LGBT. "El Ministerio de Justicia de Sri Lanka debería prohibir inmediatamente a los funcionarios médicos judiciales la realización de exámenes anales forzados, que violan de manera flagrante la ética médica así como los derechos básicos".
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Los exámenes anales forzados implican la inserción de dedos u otros objetos en el ano para tratar de determinar si la persona ha practicado sexo anal. La práctica se basa en la desacreditada teoría de que la penetración anal puede ser probada por el tono o la forma del esfínter anal. Los expertos médicos desacreditan universalmente las pruebas de virginidad tanto anal como vaginal por considerarlas una violación de la ética médica y carentes de toda base científica, y la Asociación Médica Mundial ha pedido a los médicos que dejen de participar en esta práctica. A pesar de ello, un abogado dijo al organismo de control que en los últimos 12 meses los seis acusados a los que representaba en casos de conducta homosexual fueron sometidos a exámenes anales, que los fiscales utilizaron en el tribunal como "prueba" de una penetración anal pasada.
El acusado alegó haber sido sometido a otros abusos, incluyendo ser azotado con cables. Se ordenó a tres hombres que se sometieran a pruebas de VIH sin su consentimiento, cuyos resultados se hicieron públicos en el tribunal. El horrible trato se cometió en virtud de los artículos 365 y 365A del Código Penal de Sri Lanka, que prohíbe "las relaciones carnales contra el orden de la naturaleza" y "los abusos deshonestos graves entre personas".
Human Rights Watch también documentó que otras leyes, incluida una Ley de Vagancia vagamente redactada y una disposición del código penal que prohíbe el "engaño por personificación", también se utilizan para dirigirse a las personas transgénero y no conformes con el género para su detención. Sin embargo, el Gobierno de Sri Lanka ha negado sistemáticamente los abusos, y el Fiscal General de Sri Lanka alegó en 2014 que el código penal no se utilizaba para dirigirse a las personas LGBT+ y que aplicar la ley de manera discriminatoria era inconstitucional.