Tom Daley estuvo en el hospital luchando contra el COVID
El atleta olímpico gay Tom Daley se ha sincerado sobre su lucha secreta contra el COVID-19 y su ingreso en el hospital, apenas unos meses antes de los Juegos Olímpicos de Tokio.
En una entrevista dijo que está publicando su libro Coming Up For Air: Lo que aprendí del deporte, el clavadista describió la aterradora experiencia vivida en enero, apenas siete meses antes de ganar una medalla de oro con su compañero Matty Lee.
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Al describir la sensación de tener el virus, dijo que sus "pulmones se sentían presurizados, como si tuvieran sacos de arroz alrededor", y añadió: "Cada vez que me levantaba, sentía que la habitación daba vueltas y una luz blanca cegadora, como si me fuera a desmayar, y como si no pudiera introducir suficiente oxígeno en mi cuerpo".
Su enfermedad avanzó, y una noche se fue a la cama tras instruir a su marido, el guionista ganador de un Oscar Dustin Lance Black, sobre qué hacer si "dejaba de respirar".
"Sinceramente, sentí que podía morir", dijo, y añadió que temía lo que le ocurriría a su hijo, Robbie, si tanto él como Black se contagiaban de COVID.
Tom Daley tuvo "destellos de miedo" al ser "puesto en un respirador
Cuando su cabeza empezó a sentirse como si tuviera "un tornillo de banco apretando alrededor" y sus "niveles de oxígeno estaban bajando", Tom Daley decidió llamar al 112.
Le llevaron al hospital en ambulancia y le pusieron oxígeno. Una radiografía reveló "manchas" en los pulmones, y se le mantuvo en el hospital durante 10 horas para aumentar sus niveles de oxígeno.
"Comprendí lo rápido que las cosas podían ir cuesta abajo", dijo Daley.
"Tuve destellos de miedo sobre si me pondrían un respirador artificial y sobre si se me acabaría el tiempo. Estaba realmente aterrorizado".
Por suerte, unos días después empezó a recuperarse, aunque estuvo sin entrenar durante meses. De alguna manera, Daley se las arregló para llevarse a casa una medalla de bronce y otra de oro en los Juegos Olímpicos de Tokio.
