Tres niños agredidos en un "delito de odio transfóbico" en Belfast

Dos niñas gemelas de tres años fueron agredidas en un presunto "delito de odio por motivos transfóbicos" dirigido contra su padre transexual en Belfast.

Al parecer, los niños sufrieron malos tratos verbales y físicos después de que un grupo de unos 10 jóvenes, de unos 12 años, les pusieran la zancadilla y los empujaran mientras estaban en el parque.

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Los jóvenes también lanzaron insultos transfóbicos contra los jóvenes, burlándose de su padre antes de que éste se desplazara para llevarlos a casa.

La policía está investigando el incidente, que ocurrió la semana pasada, como una "agresión" y se ha lanzado un llamamiento para buscar testigos.

Delito de odio por motivos transfóbicos

Un portavoz del Servicio de Policía de Irlanda del Norte declaró a The Irish Sun: "Además de nuestro llamamiento en las redes sociales, las investigaciones siguen en curso sobre este informe de un crimen de odio por motivos transfóbicos".

La mujer trans Adrianne Elson, que vive en Belfast, describió el incidente como "horrible". Dijo que los jóvenes se burlaron de los niños entre risas y les dijeron: "Vuestro padre es una niña". Las cosas "fueron de mal en peor", añadió.

"Los gemelos no sabían qué hacer. Sólo tienen tres años. Uno de estos jóvenes había tirado a una de las niñas de una de las atracciones del parque al principio, lo que la disgustó mucho.

"Les siguieron a la salida del parque de Glenbryn y empezaron a ponerles zancadillas. Empujaron a una de las gemelas contra una pared y se golpeó la cabeza. Fue muy perturbador y aterrador para estos niños y su padre".

Según Elson, el padre consiguió llevar a sus hijas a casa, pero se derrumbó al abrazarlas después.

Refiriéndose a Brianna Ghey, la adolescente transexual asesinada en un parque de Inglaterra el año pasado, Elson añadió: "Sólo espero que nunca tengamos que volver a oír hablar de algo así".

Ghey recibió 28 puñaladas en la espalda, la cabeza y el cuello en el parque lineal de Culceth, en Warrington (Cheshire). Scarlett Jenkinson y Eddie Ratcliffe, ambos de 16 años, fueron declarados culpables de su asesinato en el Tribunal de la Corona de Manchester en diciembre.

En febrero fueron condenados a cadena perpetua, Jenkinson a un mínimo de 22 años y Ratcliffe a 20 años.