Tropas rusas fingen aplastar a un gay con un bloque de hormigón
Los paracaidistas rusos horrorizaron al público con una representación teatral homófoba que representaba a un gay aplastado bajo un bloque de hormigón.
El espectáculo se proyectó en el marco de la celebración del aniversario de un club militar patriótico local en el Palacio de la Cultura Dobrynin de Yaroslavl el domingo (29 de agosto).
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Ante la mirada de un público desprevenido, unos cadetes vestidos con trajes de camuflaje izaron a un hombre sin camiseta por encima de sus cabezas y le colocaron un bloque de hormigón con la inscripción "muerte a f****ts" en el estómago.
A continuación, los hombres procedieron a destrozar el objeto simbólico con lo que parecía ser un mazo.
"Consideramos estos ataques como una llamada al asesinato", dijo Taras Sidorin, jefe de la rama de Yaroslavl del grupo de veteranos Defender.
La actuación fue tan impactante que Sidorin presentó una denuncia policial en nombre de varias organizaciones de veteranos rusos.
"Ya se ha redactado el comunicado a las fuerzas del orden", dijo, "había niños pequeños en la sala. Este comportamiento es simplemente inaceptable".
Según Igor Derbin, director del Palacio de la Cultura, la actuación no contaba con la aprobación del recinto: "Estamos indignados", declaró a 76.ru tras el espectáculo.
"Inicialmente, el evento estaba previsto para ser agradable y alegre. Su truco fue inesperado para nosotros. No estaba previsto ni acordado porque sabían que no lo permitiríamos.
"Con su acto, tacharon todas las buenas impresiones del evento. Y pusieron una sombra sobre mí, sobre ellos mismos, sobre la institución.
"Ya hablé con su supervisor y le pedí que retirara todas las fotos y vídeos de las redes sociales", continuó, "ahora entendemos la situación actual y estamos tratando de minimizar las consecuencias negativas. Creo que en el futuro se ha ordenado el camino para ellos".
Pero el jefe del club militar, Andrei Palachev, dijo a los periodistas que no veía nada malo en la escena de la ejecución simulada.
"¿Cuál es el problema? Simplemente no les gustan [los homosexuales]", dijo, utilizando un insulto ofensivo para referirse a los gays, "y a mí tampoco".
El incidente de Yaroslavl no es más que el último ejemplo del aumento de la homofobia y la intolerancia hacia los grupos minoritarios en Rusia, donde la discriminación, el acoso y los abusos contra las personas LGBT+ suelen quedar sin respuesta por parte de las autoridades.