Un adolescente gay obligado a masturbarse con fotos de mujeres
Un hombre gay ha contado el horrible momento en que le dijeron que masturbarse con imágenes de mujeres "curaría" su sexualidad en una sesión de terapia de conversión.
Curtis Galloway, de Kentucky, relató su experiencia traumática de la terapia de conversión en un artículo de opinión escrito para The River City News.
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En el artículo, el joven de 26 años dijo que "finalmente aceptó" su sexualidad cuando tenía 16 años, pero cuando salió del armario, fue empujado a una terapia de conversión que le dejó "cicatrices mentales y emocionales permanentes".
El hombre gay dijo que sus padres lo sometieron a una terapia de conversión en un esfuerzo por cambiar su sexualidad - pero sus esfuerzos sólo sirvieron para causarle un intenso daño emocional, mientras que también creaban una brecha entre él y su familia.
"Los partidarios [de la terapia de conversión] no revelan lo que realmente sucede en esta 'terapia'", escribió Galloway.
"Lo que no te dicen es que esta práctica puede enfrentar a un niño y a sus padres, creando una fractura permanente en una familia perfectamente feliz".
En la terapia de conversión, a Galloway le dijeron que era gay porque su padre había trabajado demasiado cuando era joven, y porque su madre era "autoritaria".
Ninguna de esas afirmaciones era cierta, pero el terapeuta rápidamente se decidió por esas mentiras como la razón por la que Galloway era gay.
Sorprendentemente, el terapeuta dijo más tarde a los padres de Galloway que el proceso no había funcionado porque el adolescente no se había esforzado lo suficiente para volverse heterosexual.
A Galloway le dijeron que dejara de pasar tiempo con "amigos afirmativos gay", lo que le llevó a cortar los lazos con todo su grupo de amigos.
"La terapia de conversión me aisló de cualquiera con el que pudiera hablar de cómo me sentía", escribió. "Ya no confiaba en mi familia. No podía hablar con mis amigos por miedo a que me alejaran más, y me vigilaban muy de cerca."
Mi consejero llegó a instruirme para que me masturbara con imágenes de mujeres para recablear mi cerebro, citando a los Perros de Pavlov.
En lo que se ha convertido en un rasgo común en la terapia de conversión, a Galloway se le dijo que carecía de masculinidad - y que ser acosado en la escuela le había hecho ansiar la atención de otros chicos.
A Galloway se le dijo que se dedicara a "actividades masculinas", y más tarde se le animó a identificarse como asexual en lugar de identificarse como gay.
"Mi consejero llegó a instruirme para que me masturbara con imágenes de mujeres para recablear mi cerebro, citando a los Perros de Pavlov", añadió.
"Estaba horrorizado porque nunca habíamos hablado de la masturbación, y me horrorizaba que pudiera discutir esta instrucción con mis padres."
Curtis Galloway fue retirado de la terapia de conversión por sus padres
Afortunadamente para Galloway, sus padres lo retiraron de la terapia de conversión poco después al ver lo deprimido que estaba.
Hoy en día, los padres de Galloway lo aceptan y lo aman incondicionalmente - pero el impacto de someterse a la terapia de conversión se ha quedado en él.
"Mirando hacia atrás, también puedo reconocer cómo mis padres estaban tan confundidos y asustados como yo. El consejero se aprovechó de esto y deformó a nuestra familia en algo que yo no reconocí", escribió.
Galloway cerró su artículo instando a los legisladores de Kentucky a prohibir la práctica dañina y degradante.
La terapia de conversión se considera en general una forma peligrosa y perjudicial de seudociencia propagada por extremistas religiosos.
Esta práctica ha sido condenada por diversos organismos de salud y psiquiatría de todo el mundo, entre ellos la Asociación Psiquiátrica Americana, el Colegio Americano de Médicos y la Academia Americana de Psiquiatría Infantil y Adolescente.
Una encuesta realizada por la Fundación Ozanne en 2019 reveló que uno de cada cinco supervivientes de la terapia de conversión en el Reino Unido intentó suicidarse posteriormente, mientras que dos de cada cinco dijeron tener pensamientos suicidas después de someterse a la práctica nociva.
Mientras tanto, menos de un tercio de los encuestados dijeron que continuaron "llevando una vida feliz y plena".
A pesar de esto, la terapia de conversión sigue siendo popular entre los grupos cristianos conservadores de todo el mundo, y muchos promueven la falsa narrativa en los jóvenes LGBT+ de que sus identidades están equivocadas y pueden ser cambiadas.
