Un bombero es objeto de un acoso hom贸fobo y racista por tener el arcoiris en su casco
Un veterano bombero ha demandado a la ciudad de San Francisco alegando que ha sufrido años de acoso y discriminación por ser negro y gay.
Keith Baraka, de 53 años, afirma que se le negaron repetidamente los ascensos y que fue objeto de epítetos racistas en sus 23 años de servicio en el Departamento de Bomberos de San Francisco.
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Gran parte del presunto acoso tuvo lugar en la Estación 6, un parque de bomberos en el distrito de Castro, donde dice que experimentó "una serie de acontecimientos de pesadilla" después de que pusiera una pegatina del Orgullo Arco Iris en su casco.
Baraka afirmó que una foto suya con la pegatina del arco iris fue objeto de vandalismo en el parque de bomberos de la calle Sánchez, y un bombero le dijo: "No queremos esa foto aquí".
También dijo que un supervisor le preguntó más de una vez sobre su condición de seropositivo y le llamó despectivamente mientras estaba en la estación 6.
Baraka describió que su taquilla fue asaltada repetidamente y que le robaron o destruyeron sus pertenencias; cuando entraba en la cocina del parque de bomberos y saludaba a los ocupantes "no negros", "todos se levantaban y se iban".
Su demanda, en la que se citan los nombres de seis supervisores del Cuerpo de Bomberos, alega que la dirección era plenamente consciente de la "discriminación desenfrenada" y, sin embargo, no actuó contra ella.
Señala que Baraka presentó seis quejas distintas por discriminación ante el departamento de Recursos Humanos de la ciudad entre 2003 y 2020, y también presentó quejas ante la Comisión de Igualdad de Oportunidades en el Empleo, pero no se tomó ninguna medida.
El bombero afirma que sus quejas a la dirección de la estación dieron lugar a represalias contra él, incluida la denegación de ascensos y otras oportunidades de empleo dentro del departamento.
Más tarde se convirtió en reclutador, pero se le dijo que el cambio a tareas administrativas requeriría un recorte salarial. Los empleados del departamento de bomberos que no eran negros y que realizaban un trabajo similar recibieron clasificaciones más altas y un salario más elevado, según la demanda.
El Ayuntamiento rechaza las alegaciones y se ha negado a comentar públicamente el caso.