Un equipo deportivo LGTB+ atacado en Polonia
Un grupo de hombres enmascarados emboscó a un equipo deportivo LGBT+ en un ataque dirigido en Gdansk (Polonia), ciudad que se prepara para acoger la final de la Europa League de la UEFA.
En una entrevista concedida a The Athletic, el dirigente del club, Andrzej Tokarski, recordó la espeluznante noche de marzo en la que su sesión de fitness para personas LGBT fue asaltada por más de dos docenas de hombres con pasamontañas.
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"Nos golpearon y nos dieron un susto de muerte", dijo. "Dos de nosotros estuvieron en el hospital, el resto logró escapar."
"Sentí una responsabilidad por el grupo, les había invitado a un espacio seguro que se volvió inseguro. Mi amiga trajo a su hija de ocho años y fue testigo de ello. Era solo un grupo de amigos haciendo deporte juntos. Perdí mi diente. Me golpearon. Tuve que ir al hospital y que me hicieran un escáner de todo. Estaba en shock".
Los entrenamientos semanales acogen a personas de todas las generaciones, con el objetivo de ofrecer un espacio inclusivo para la comunidad LGBT+. Tokarski tiene claro que fue la postura favorable al colectivo LGBT lo que les convirtió en objetivo.
"No fue un ataque violento al azar. Fue organizado", dijo.
"La gente iba enmascarada y con gafas de sol por la noche, sin firmas ni logotipos en las camisetas. Estaba motivado por el odio porque nos gritaban cosas homófobas".
Tokarski sufrió la rotura de un diente y una lesión en la columna vertebral, y fue uno de los dos miembros del grupo de fitness cuyas lesiones requirieron tratamiento hospitalario.
El impactante ataque ha puesto en duda la decisión de la UEFA de acoger la próxima final de la Europa League en Gdansk, y menos aún la de Polonia, el Estado miembro más homófobo de la UE por segundo año consecutivo.
Llega después de que la anterior final de la Europa League, en 2019, se celebrara en Azerbaiyán, calificado como el país europeo más homófobo fuera de la UE, mientras que Turquía llegó a las dos finales de la candidatura para el campeonato de 2024.
Mientras el odio homófobo en Polonia aumenta y más de un tercio del país se declara "libre de LGBT", el mundo del fútbol ha permanecido en silencio, a pesar de las numerosas promesas de erradicar la homofobia en el deporte.
El propio presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, afirma en la página web de la organización: "Es de vital importancia que la UEFA haga que el fútbol sea accesible para todos y que, a través del poder del deporte, se convierta en un líder mundial para luchar por la igualdad social."
Sin embargo, cuando The Athletic se puso en contacto con ellos, la UEFA no pudo proporcionar ningún ejemplo de lucha contra la homofobia en Polonia. También se negó a comentar el ataque en Gdansk.
El martes por la noche, la ciudad fue objeto de nuevos actos de violencia cuando un grupo de hinchas del Manchester United, de visita en la final de la Europa League, fue atacado por un grupo de vecinos en un bar.
La alcaldesa de Gdansk, Aleksandra Dulkiewicz, se apresuró a condenar a los "hooligans", declarando: "En Gdansk, una ciudad abierta y solidaria, no hay lugar para ninguna violencia. Queridos hinchas e invitados, siempre sois bienvenidos y os damos la bienvenida a nuestra ciudad".
Por desgracia, parece que esa cálida acogida no se extiende a los propios ciudadanos LGBT+ de Gdansk, que deben seguir enfrentándose a la hostil realidad de la vida en Polonia.
Desde entonces, Tokarski se ha recuperado de sus lesiones y su grupo de fitness se ha reanudado, pero él y sus miembros se ven obligados a adoptar un enfoque más prudente.
Han dejado de poner anuncios a nivel local, han bloqueado su grupo de Facebook, han introducido la comprobación de antecedentes para los nuevos miembros y ya no dejan la bandera del arco iris fuera durante la sesión de formación.
"Sólo al principio", dijo Tokarski, "para que los nuevos miembros que se incorporen puedan vernos en el parque. No queremos provocar a nadie".
