Un estudio refleja el pensamiento ruso
Una nueva e impactante encuesta ha revelado que casi una de cada cinco personas en Rusia está a favor de "liquidar" o "eliminar" a toda la comunidad LGBT+. La homosexualidad no es ilegal en Rusia, pero la discriminación y la violencia están muy extendidas, y a las personas LGBT+ se las suele equiparar con la pedofilia y la desviación.
Esta intolerancia se reflejó en los resultados de un nuevo estudio de la ONG Centro Levada. Demostrando opiniones que recuerdan al Holocausto, el 18% de los encuestados declaró que los hombres y mujeres homosexuales deberían ser "liquidados" o "eliminados".
Otro 32% dijo que las personas LGBT+ deberían estar aisladas de la sociedad, y la misma cantidad dijo que se les debería "dejar que se ocupen de sus propios problemas". Sólo el 9% de las personas encuestadas pensaba que había que ayudar a los homosexuales, mientras que otro 9% consideraba que la pregunta era difícil de responder. Las únicas áreas de la sociedad que los rusos parecen odiar más que a los LGBT+ son los extremistas, terroristas, pedófilos y asesinos.
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La actitud de los rusos hacia los LGBT+ está, lo creas o no, mejorando. En el estudio realizado por la ONG Centro Levada se encuestó a una muestra representativa de las poblaciones urbanas y rurales de todo el país, para descubrir las actitudes de la nación hacia las personas cuyo comportamiento "se desvía de las normas socialmente aceptadas". La ONG ha estado realizando la encuesta desde 1989, y por muy malos que parezcan los resultados, en realidad son ligeramente mejores que los de años anteriores.
En 1994, el 22% de los rusos encuestados estaban a favor de la eliminación de los LGBT+, mientras que en 1989 esa proporción llegó al 35%. "La estigmatización de las personas socialmente vulnerables ha disminuido en los últimos 30 años, y las normas que requieren ayuda y no aislamiento de ellas se han ampliado", dijo la socióloga de Levada, Karina Pipiya, al periódico Kommersant con esperanza.
Los resultados darán pocas esperanzas a los miembros de la perseguida comunidad LGBT+ de Rusia, que luchan por existir en un país que tiene uno de los peores registros de derechos LGBT+ del mundo. Los grupos de derechos humanos han dado la voz de alarma ante los informes de una "purga gay" contra la población LGBT+ en Chechenia, donde los refugiados homosexuales hablan de abusos violentos y torturas en los campos de concentración de homosexuales.
El líder homófobo de Chechenia, Ramzan Kadyrov, que se refiere a los homosexuales como "demonios", ha negado repetidamente que se estén realizando purgas. El insidioso prejuicio contra las personas LGBT+ se refuerza constantemente con la ley de "propaganda gay" de Putin, que persigue a todo aquel que retrata a las personas LGBT+ de forma positiva.