Un hombre trans desafía las crueles y arcaicas leyes de género de Japón
Gen Suzuki, un hombre trans japonés, ha presentado una solicitud ante un tribunal japonés para cambiar legalmente de género sin tener que pasar por el quirófano y ser esterilizado.
Suzuki, de 46 años, presentó el lunes (4 de octubre) una solicitud ante la rama de Hamamatsu del Tribunal de Familia de Shizuoka para modificar su registro de familia de acuerdo con su identidad de género, informó Mainichi.
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En la actualidad, la legislación japonesa exige que los transexuales se esterilicen antes de poder cambiar legalmente de género. Según Mainichi, cualquier cambio en los registros familiares en Japón, que registran información sobre un individuo, incluyendo su género y sus relaciones familiares, requiere el permiso de los tribunales de familia.
Tras presentar la solicitud, Suzuki dio una rueda de prensa con su pareja femenina, diciendo que tenían intención de casarse. Dijo que le parecía "absurdo que los transexuales no puedan disfrutar de la igualdad matrimonial en Japón" a menos que cambien de género en sus registros familiares.
Human Rights Watch (HRW) ya había pedido al gobierno japonés que revisara la Ley 111 para "adaptarla a las normas internacionales de derechos humanos y a las prácticas médicas, de modo que se pueda cambiar el marcador de género de las personas en el registro familiar sin tener que cumplir ninguna condición médica".
El gobierno debe suprimir las "condiciones actuales de cirugía de reasignación de sexo e infertilidad irreversible" y el "requisito de que los solicitantes no tengan hijos menores de edad".
El activista trans Fumino Sugiyama declaró en una entrevista con la BBC que el gobierno japonés no le reconoce legalmente como hombre porque "no me he quitado el útero ni los ovarios".
"Puedo parecer un hombre de mediana edad, pero el registro familiar dice que soy una mujer", dijo Sugiyama.
Añadió que no puede "casarse legalmente con mi pareja" y que no tiene "ningún vínculo legal con nuestros hijos".
"Está bien cuando todo va bien", dijo Sugiyama a la BBC. "Pero si se pone enferma, o si le ocurre algo a nuestro hijo, es posible que no pueda visitarlos en el hospital o firmar una renuncia".
Japón aplicó la ley de casos especiales de Trastorno de Identidad de Género (TIG) en 2004. Según esta ley, las personas transexuales deben cumplir cinco requisitos antes de poder cambiar legalmente de género. La persona debe tener al menos 20 años, no estar casada en la actualidad, no tener hijos menores de edad (menos de 20 años), estar esterilizada y tener unos genitales que "se parezcan mucho a la forma física de un género alternativo".
En 2019, el tribunal supremo japonés ratificó por unanimidad la ley que obliga a esterilizar a las personas trans que quieran cambiar legalmente de género. Takaito Usui, un hombre trans, recurrió al tribunal para anular la Ley 111, pero el tribunal supremo rechazó su caso, dictaminando que la ley era constitucional.
Sin embargo, según la AFP, el tribunal reconoció que estaban surgiendo "dudas" sobre si la norma reflejaba la evolución de los valores sociales en Japón.
Según Mainichi, Suzuki dijo previamente a los periodistas que estaría dispuesto a apelar su caso ante el Tribunal Supremo si es rechazado.